Mi ardilla. [Minsung]

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~ ¿Viviste tanto tiempo tu solo?

~ No, Sana Noona siempre estuvo conmigo y JeongInnie igual. - repitió el relato JiSung.

~ ¿Tus padres? - preguntó en un susurro jugando con las pequeñas orejas del menor.

~ No los conocí... Es borroso, tengo muy leves recuerdos de cuando era más joven. - confesó cerrando los ojos ante la cómoda atención.

~ ¿Vivías en el bosque?

~ Oh, no... Hay un lugar un poco más lejos de donde está mi árbol, ahí es... Solo un nido donde paso mis celos o cuando necesito un tiempo a solas, es como un refugio... Hay varios tipos de cambia-formas, incluso deltas y gammas los cuales se creían extintos. - el menor miró a su mayor- Me gustaría que fueras algún día conmigo, MinHo hyung.

~ Estaremos juntos, tú y yo... Viviendo ahí - besó la frente de su omega.

~ ¿Me lo promete, hyung?

~ Te lo prometo.

Tercera promesa.

~ Lamento que no me pueda quedar demasiado, mañana estaré a cargo de ordenar y contar cada una de las supervisiones que logramos obtener este mes. - MinHo se ocultó en el cuello de JiSung aspirando aquel dulce aroma de canela y vainilla.

~ Está bien, hyung... Yo te esperaré todo lo que necesites.

~ ¿Me lo prometes, Sunggie? - ambos rieron levemente.

~ Se lo prometo, MinHo hyung.

Cuarta promesa.

Se volvió una tradición entre ellos pero, ambos amaban escuchar todas esas promesas les recordaba que no importaba lo difícil que esto sería iban a luchar por eso, ambos querían estar juntos y nada lo va a impedir; después de todo, la diosa luna ya los había emparejado, son el uno para el otro.

~ Te quiero mucho, Hannie.

~ Yo a ti, Min...

Y con un largo, y al mismo tiempo, corto abrazó... Esa noche se separaron anhelando la siguiente para volverse a encontrar.

Como debe ser.

~ Entonces... ¿Cuándo lo voy a conocer? - JeongIn miro curioso a su mejor amigo- Si, porque como buen mejor amigo, debo darte mi opinión, y si no me agrada no es para ti.

~ Si es para mi, lo puedo sentir... -  enseguida saltó a la defensiva de su lobito- Es muy guapo, deberías salir más seguido.

~ Sabes que no puedo... Tu eres más hábil y pequeño, es más fácil para ti escapar del peligro... - la mirada del conejito cabeza de león decayó.- Yo no tengo permitido salir desde lo que pasó la última vez - acarició su larga oreja derecha, la cual estaba sensible y por producto de un ataque, lastimada.