#8 parte 2.

1.4K 75 8
                                    

*Lucía*

Al parecer ni se inmutó de mi llegada, y me enoja un tanto su indiferencia, y yo aquí pensando en hacerle el amor en ese escritorio, ya es un tanto molesto esto de actuar de ésta forma y no tener claro que es lo que pasa. Mejor me controlo y me dedico a mí trabajo, que para eso estoy aquí, tengo que ayudar a mis padres y mis hermanos allá en el pueblo.

Pasan las horas y ella nada que me llama, ya estaba aún más enojada.
_afff, a que juega._

Estaba tan furiosa que decido enfrentarla, me levanto, cruzo la puerta, me acerco a su escritorio y ya estando enfrente de ella me entran los nervios, y aún más cuando sube la mirada y me clava sus pupilas como dagas, ya no sé qué hacer, ni que decir, que cobarde soy cuando me penetra con esa mirada tan hermosa, solo con mirarme ya me tiene a sus pies, cosa que no debería pasar, ya que se supone que estoy furiosa.

Lucía: -señorita Duartes- trato de sonar lo más fuerte posible, pero al parecer no me funciona, me observa como una sonrisa pícara.

Isabella: -Digame, señorita Olivares.- su voz ronca ya hace que se me erice la piel, definitivamente, que débil soy ante ésta mujer, pero tomo las fuerzas de lo más profundo de mi y decido hablar.

Lucía: -Creo que ya es necesario que usted y yo hablemos con respecto a lo que ha pasado entre nosotras, ¿o tenemos que seguir haciendo como si nada?- Ya está, lo dije, lo solté, sí pude, me tiembla todo como una gelatina pero ya lo dije y no hay vuelta atrás.

Cambió su sonrisa pícara por un rostro preocupado, ya no sé si hice lo correcto, ya estoy preocupada también.

Isabella: -Tiene usted toda la razón señorita, Olivares- estuvo pensativa por unos segundos.-¿Que le parece si al salir de aquí, nos vamos para mí apartamento, la invito a cenar y hablamos al respecto, con más calma? Aquí no podemos hablar sobre el tema, señorita.-

No esperaba esa respuesta, quedé enmudecida por un instante, ¿a su apartamento? ¿Las dos solas?

*Hola, chicas.*

¿Cómo les va? Cuéntenme.

Mi Querida JefaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora