Se paseaba solo, como siempre. Al son del viento al correr, quiera el joven a la muerte.
Anduvo por muchos lugares, por su cuenta devastó muchos hogares, lloraban aquellos que, buscando compasión, perdidos quedaron en el olvido, sin un corazón.
De rojizas flores se tiñeron sus manos, había perdido el mágico toque de la misericordia de los humanos. Vagaba sin necesidad de servir a alguien, hacía ya mucho que había perdido a su madre.
Sin nadie que lo acompañase, no era de extrañarse que día a día los gritos incrementasen. Rogando por su vida algunos, clamando por justicia otros. No cesaba hasta que un corte limpio les impedía el habla, dando fin a una vida, por lo general, al alba.
Durmiendo de día, despierto de noche, así el cruel y joven asesino vivía sin importarle nada. Mataba por placer, en busca de venganza, pero, ¿por qué?
Quizá él mismo ni siquiera lo sabía, había olvidado el terror de su primera víctima.
Se ponía en marcha nuevamente, caminaba despacio entre el sendero de la muerte. Bellas rosas carmesí adornaban cada paso suyo por las aceras, el sonido al caer las calaveras, el tintinear de las campanillas de las tiendas, vaya espléndido paisaje y vista en primavera.
Y de vuelta a lo suyo, a consumir vida tras vida como él quisiera. No sentía ninguna emoción, aún si lo obligaban a hablar con franqueza. Aniquilaba por diversión, casi como si fuese una fiera.
Luego, nuevamente, salía en busca de sus próximas presas, para devastar el mundo y luego entregarse, sea de la manera que fuera, quiera el joven a la muerte.
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Poemas e Historias Cortas
Poetry"No he de dedicar mis palabras a alguien en específico, solo he de expresarlas libremente. Aquel que quiera leerlas es libre, solo no se esfuercen en comprenderlas".