28. Estoy enamorado.

245 26 1
                                    

Las demás personas que habían subido al escenario eran sumamente talentosas y dramáticas

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Las demás personas que habían subido al escenario eran sumamente talentosas y dramáticas. Algunos le cantaban a sus parejas y otros hacían toda una obra de teatro con sus expresiones corporales. John se sintió nervioso al verlos y tuvo temor por un momento de olvidar las notas en el piano. 

Paul conservaba en su rostro una adorable sonrisa y no veía la hora para que su ex-novio subiera al escenario y le dedicara una canción. Le gustaba ser el centro de atención, le encantaba resaltar y llevarse las miradas de los demás. Estaba ansioso y alegre al mismo tiempo. 

—¿Qué canción tocarás? -se atrevió a preguntar el menor y John le dedicó una mueca extraña y cómica, haciéndolo reír.

—Ya lo sabrás. 

—Conociéndote me dedicarás una tontada. -dijo con falso hastío y el mayor se acercó a dejarle un besito en la mejilla.

—A veces me tomo las cosas enserio.

—Te apuesto cincuenta libras a que harás el ridículo. -le apostó intentando no sonar maldadoso, pero fallando miserablemente. 

—Dos puntos: primero, no tengo cincuenta libras para apostar, y segundo, ¿podrías dejar de ser un imbécil, por favor? -Paul se cacheteó mentalmente y desvió su mirada hacia otra dirección. Aunque intentara ser dulce y sensato, lograba siempre todo lo contrario. 

—Lo siento, no quería decir eso.

—Al menos lo estás intentando y eso me consuela. -comentó con tranquilidad y el pelinegro sonrió aún sin verlo. Por lo menos él se daba cuenta de sus intentos y sus intenciones, John todavía creía en él y eso era más de lo que podría pedir.

—Algún día dejaré de ser hiriente contigo. -murmuró con desaliento y el castaño asintió. Iba a decirle algo pero la voz del presentador lo interrumpió. 

—¡Excelente! ¡Llegamos a nuestro último participante! -exclamó animado y todos los presentes aplaudieron, John sintió cómo sus hombros se tensaban, —¡John Lennon, pasa al escenario!

Paul sonrió rebosante de alegría y sacudió el brazo del castaño con cierta intensidad. Actuaba como un niño pequeño y ese pensamiento lo animó a subir finalmente frente a todas esas personas. El muchacho sintió como la intensidad de los reflectores golpeaban de lleno en su rostro y un calor sofocante se apoderó de sus mejillas. Parpadeó con dificultad por su falta de visión y se sentó en el piano compartido que ofrecía el establecimiento.

Probó con unas notas el sonido y también tanteó con temor el micrófono. John, al contrario de Paul, no era muy receptivo con la atención ajena y se sentía fuera de su zona de confort al estar en el centro de las miradas. Carraspeó y cerró sus ojos recordando a Julia. No podía odiarla por abandonarlo, él creyó por mucho tiempo haberla superado al fin.

Tocó los primeros acordes y la tonalidad de la canción surgió con facilidad a través del instrumento.

Ev'ry night I can't sleep, thinking of you,
And ev'ry little thing that you do,
Yes, I'm telling all my friends, I'm in love.
Oh yeh, I'm sittin' on the top of the world,
I'm in love with a wonderful boy,
And I never felt so good befopre,
If this is love, give me more, more, more.

the modern age | McLennonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora