●Capítulo 4●

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La habitación estaba llena de gruesos pantalones. Theo se sentó en la mesa de operaciones, agarrando el metal con tanta fuerza que casi dejó la huella de su mano en ella.
Un fuerte grito escapó de su boca cuando el Dr. Deaton sostuvo el pequeño lanzallamas sobre su herida.
Dolía cómo una mierda.

Theo perdió el control sobre sí mismo. Sus garras salieron de las yemas de sus dedos, sus colmillos crecieron y sus ojos se volvieron de un amarillo vibrante.

Lo único que le había dolido tanto fue cuando los Dread Doctors le abrieron el pecho y reemplazaron su propio corazón con el de su hermana. O cuando Tara lo arrastró al infierno y le arrancaró el corazón miles de veces.

Después de que la herida se quemó, se acostó en la mesa, jadeando con fuerza, sudando y tratando de calmarse un poco.
Ahora su sangre necesitaba deshacerse del lobo que aún permanecía en su cuerpo.
Necesitaba ser desangrado.

Deaton le cortó la muñeca en un corte muy preciso e hizo que la sangre cayera en un balde.
De la boca de Theo se escapó un fuerte grito. Claramente estaba luchando con el dolor que acompaña al proceso.

Liam estaba a su lado todo el tiempo, sin apartar los ojos del otro chico.

Unos meses antes, la visión de Theo herido y casi muriendo lo habría hecho más que feliz, pero ahora mismo lo hacía sentir enfermo.
No quería que la quimera muera, ya no.

-¿Estás bien?

Liam preguntó solo para no tener que lidiar con ese incómodo silencio.

-¿Me veo bien?

Preguntó el chico mayor, obviamente tratando de no sonar tan herido.

-Realmente no.

El beta murmuró en voz baja.

Se inclinó hacia adelante, tratando de agarrar una de las manos de Theo, pero la quimera retiró su mano y miró a Liam.

-¡No lo hagas!

Fue lo único que dijo. Le temblaba la voz y le dolía el cuerpo.

-Déjame tomar un poco de tu dolor. Te sentirás mejor.

Ofreció Liam.

-No. Me lo merezco.

Respondió Theo.

-No será necesario mucho más tiempo hasta que mi cuerpo comience a sanar de nuevo, ya verás.

-Lo que digas. Esperaré aquí.

Dijo el ojiazul, que no quería discutir más sobre esto porque sabía que de todos modos perdería una discusión con Theo. Se sentó en el mostrador en el lado derecho de la habitación, viendo al chico mayor sufrir de dolor.

Pasó algún tiempo y el cuerpo de Theo se deshizo casi por completo de la matanza de lobo.
Podías ver como sus heridas empezaron a sanar lentamente y como no parecía tener tanto dolor como hace media hora.

El veterinario regresó a la habitación y vio lo bien que se había recuperado el cuerpo de Theo.

-Estoy impresionado. No pensé que sanarías en absoluto.

Él admitió.

-No me habría matado, lo sabes tan bien como yo. Pero gracias Doc, no tener que lidiar con este dolor todos los días es una especie de alivio. Intentaré no velver aquí pronto.

Theo prometió.

-Regresemos a tu casa, Liam. Podría necesitar dormir un poco.

Liam asintió y siguió al chico mayor fuera de la clínica, agradeciendo al médico por su ayuda.

Change or Ilusion ⧚ ThiamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora