Je't aimé

26 0 0
                                    

Eran las 4:30 A.M., creo que era un… jueves o viernes, realmente no recuerdo bien. Estaba mal, sin duda que sí, mi mente daba vueltas, no podía concentrarme, mis manos temblaban y, a pesar del frío, yo sudaba. Le robé un cigarrillo a mi madre y lo fumé en mi cuarto, eso calmaba un poco mis nervios. Mi… “novia” prácticamente me ignoraba. Bien, digamos algo: esta chica vivía lejos, ella era de Dieppe, cerca de la costa de Francia y yo de Paris, el gran centro turístico de ese país, sé que suena tonto, enamorarse por internet y creer que estaba en una relación, pero realmente esta chica me hacía sentir muy bien… además, no se encuentran chicas así que… le gusten otras chicas. Sí, yo tengo 17 años y mi sexualidad está bastante definida. Cómo sea, esta chica era perfecta, tenía mis mismos gustos y un corazón tan frágil como su hermoso rostro, tenía muchas ganas de conocerla.

Como sea, esa noche me sentía mal, le había mandado mensajes y no respondía, en Skype no estaba conectada y veía que se hablaba por modo “público” con un chico, realmente me ponía muy celosa. Fumé el cigarrillo y me puse a escuchar algo de música, no me había hablado y me fui a dormir preocupada, triste y bastante deprimida.

Esto se repitió por casi una semana, yo no quería hablarle, pues ella no era demostrativa y no quería ser un peso para ella, lo dejé pasar. 

Claro que también yo era algo orgullosa, si ella no se tomaba el tiempo de mandarme un mensaje, ¿por qué yo si? Eso no era justo, en una relación ambos deben poner de su parte.

---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Casi dos días después de esto, aún sin hablarme con ella, decidí que era tiempo de salir y conocer gente, gente que de verdad pueda conocer. En ese momento, poco me importaba mi “novia”, ella no me hablaba y estaba muy ocupada con su amigo (por lo que yo veía).

Recibí un mensaje, mi mejor amigo, preguntándose su quería salir esa noche, aquel mensaje no me pudo haber caído mejor. Me cambié y salí.

Fui a un bar con mis amigos, cuando veo a una chica idéntica a ella, quedé… petrificada, era igual, incluso tenía su estilo, quizás eran alucinaciones por el alcohol, como sea. Esa madrugada volví a mi casa, algo ebria y le envíe un mensaje. 

“Acabo de ver una chica idéntica a ti”. 

No estaba en línea, así que me fui a dormir, a pesar de estar molesta, no podía guardarme aquella curiosidad de esa noche. Cuando me desperté al otro día, había recibido una respuesta.

“¿Estabas en un bar?” Puso ella, a lo que respondí con un “Si”

La respuesta que recibí en ese momento me dejó confundida, emocionada, sentía muchas cosas en ese momento.

“Era yo, me quedaré en Paris por unos días, perdón que no te conté, me he peleado con mi madre, ella no me daba permiso para venir. Además… no sabía si querías seguir hablando conmigo, después de tanto tiempo, lo siento por eso…”

Por primera vez ella decía las cosas, se disculpaba y a mi no me importaba, solo tenía ganas de verla, sentirla, abrazarla. 

Yo era una loca, me puse a reír en mi habitación mientras leía una y otra vez el mensaje, ella estaba aquí, quién sabe en donde se hospedaba, pero estaba en Paris. ¡En la misma cuidad que yo! Debía verla, realmente debía hacerlo, convencerme de que la chica más perfecta de Paris (para mi) existía de verdad.

Quedé con ella en aquel bar de la otra noche, esta vez, fui yo sola. Fui… bastante (muy) puntual, me senté en la barra y pedí una cerveza mientras esperaba. ¿Qué pensaría de mí? Realmente estaba nerviosa, tantos meses hablando por una pantalla y ahora la vería, realmente no sé qué pasaría esta noche, pero intentaría disfrutarla como si fuera la última. 

Historias de "amor"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora