9

766 72 54
                                    

"And now I'm

Falling for ya, falling for ya

I know I shouldn't but I

I just can't stop myself from

Falling for ya, falling for ya"

La canción comienza a sonar y empiezo a entonar

"El día comenzó normalmente

Los chicos pasaban

Era la misma vieja historia de siempre

Muy dulce o muy tímido "

La miro y su sonrisa no desaparece de su cara, escucho a Sasha e Historia haciendo el coro de la canción

"No soy de los que se enamoran de una chica

¿Quién muestra una sonrisa?"

Comienzo a caminar por el reducido espacio intentando bailar o algo así

"Por lo general, no te desmayes

Pero estoy en la luna

Y ahora estoy

Cayendo por ti, enamorándome de ti"

Vuelvo mi mirada a ella y veo que su sonrisa desaparece por un instante, la mirada en sus ojos se intensifica

"Sé que no debería, pero yo

Simplemente no puedo detenerme de

Cayendo por ti, enamorándome de ti"

Ahora soy yo quien le sonríe mientras le canto el verso.

Sigo cantando y bailando el resto de la canción sin prestarle ya mayor atención a Hange, escucho como todos me aplauden y alientan mi espectáculo. Sin darme cuenta la canción ya estaba a punto de acabar y mis ojos ya no encontraban a la castaña.

"Y ahora me estoy

Enamorándome de ti, enamorándome de ti

Sé que no debería, pero

No puedo evitar que"

Giro en busca de Hange pero me detengo cuando la veo a un lado mío, estoy por ir con ella cuando siento que estoy por caerme.

"Enamorándome de ti, enamorándome de ti

No puedo resistirlo más

Y ahora me estoy enamorando de ti"

Cierro los ojos en espera del golpe pero este no llega, en su lugar unos brazos me sostienen de forma firme, abro los ojos topándome la mirada intensa de la castaña. Cuando acabo de cantar el último verso no puedo evitar reírme un poco por la situación cliché.

Me endereza sin soltarme, observa por un instante mi cara mientras yo solo la observo fijamente a los ojos.

-Creo que ya has bebido lo suficiente, ya es hora de irnos- me quita el micrófono de las manos

Me termina por tomar de la mano arrastrándome hacia la entrada, despidiéndose de Levi con un ademán con su mano libre, por otro lado yo la sigo como si estuviese en un trance. El camino a casa fue en parte silencioso si no hubiera sido por la radio que sonaba y mis ánimos de seguir cantando.

L.O.V.EDonde viven las historias. Descúbrelo ahora