Señales De Humo (AnaObi) [Traducción] <Victorialukas>

Capítulo 3: Estrella Del Norte.

Resumen: Anakin lucha por descubrir quién es. Obi-Wan hace lo que puede para guiarlo a casa mientras lucha con sus propias emociones.

Al día siguiente, Obi-Wan se puso nervioso por volver a ver a Anakin. Caminó por su dormitorio sin rumbo fijo, todavía demasiado desordenado para comer algo sustancial. Trató de decirse a sí mismo que la sensación era ridícula: había pasado tiempo con Anakin día tras día durante años. No tenía sentido retorcerse las manos como un adolescente antes de una cita. Pero si pensaba en ello, Anakin, esta versión de Anakin, no había estado mucho con Obi-Wan en absoluto . ¿Su dinámica sería completamente diferente? ¿O, de alguna manera, volverían a caer en la amistad que habían tenido anteriormente?

Cuando Anakin apareció en su puerta más tarde esa mañana, Obi-Wan imaginó brevemente que habían retrocedido en el tiempo —hace semanas— y que podía hablar con Anakin como siempre lo hacía.

En cambio, preguntó -. ¿Cómo está tu cabeza?

Anakin se encogió de hombros -. Ya no es doloroso. Solo un dolor sordo. Más molesto que cualquier otra cosa.

Parecía notablemente normal, en relación con el día anterior. Su rostro había recuperado algo de color y sus ojos tenían un indicio de la vivacidad que era tan familiar para Obi-Wan.

- Entra, entonces - dijo Obi-Wan con una sonrisa -. Toma asiento y haré té.

Los dormitorios de los Caballeros Jedi no eran nada grandiosos: un lugar para dormir, un lugar para meditar. Tenía sentido, ya que los Jedi no pasaban mucho tiempo en sus habitaciones en circunstancias habituales. Sin embargo, había un mostrador con una estufa donde Obi-Wan podía hervir agua, así como un estante para que él guardara su té. Entonces, le sentaba muy bien.

Anakin se sentó con las piernas cruzadas en uno de los cojines de meditación de Obi-Wan, mirando a su antiguo maestro todo el tiempo -. Para alguien que renuncia al apego a las posesiones - bromeó -. Tienes una gran variedad de hojas de té.

- Ellos no cuentan - dijo Obi-Wan simplemente.

Anakin resopló -. ¿Quién lo dice? ¿Yoda?

- Es demasiado pronto para que me respondas - respondió Obi-Wan mientras llenaba la tetera, pero no pudo ocultar su sonrisa. Sigue siendo Anakin -. Dime qué tipo te gustaría.

- No sé. ¿Verde?

Ahora fue el turno de Obi-Wan de reír -. Odias el té verde. Me dijiste que sabe a hierba.

- Bueno, entonces probablemente tenía razón. Tu escoge. Algo que no quiera escupir.

Después de calentar la tetera, Obi-Wan miró los frascos de vidrio que cubrían su estante. Los tés negros eran los favoritos de Anakin, pero desconfiaba del efecto que la cafeína podría tener en alguien con una lesión cerebral traumática. Anakin solía burlarse de Obi-Wan con frecuencia por ser un esnob del té, aunque en realidad no lo era. Simplemente conocía la diferencia entre Yunnan y Keemun, a diferencia de algunas personas. Finalmente, Obi-Wan se decidió por un té blanco para ambos. La habitación estaba casi en silencio ahora, salvo el sonido del agua comenzando a burbujear.

Unos tranquilos minutos después, Obi-Wan se unió a Anakin y le pasó una taza de té antes de tomar el cojín de meditación frente a él. Anakin lo miró expectante, pero Obi-Wan no sabía por dónde empezar. Tomaron un sorbo de té al unísono.

- He tenido esto antes - dijo Anakin, entrecerrando los ojos ante la taza en su mano.

- Eh, sí. Muchas veces - respondió Obi-Wan. La pareja se miró y Obi-Wan se dio cuenta de que su nerviosismo anterior quizás estaba justificado. Esto era muy parecido a una fecha incómoda.