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Los primeros días con Jimin fueron increíbles, ya que rara vez salían de la habitación, y Hoseok esperaba que la pasión disminuyera, pero para su sorpresa, al parecer cada vez era más intensa. Cada vez que Jimin lo tocaba, Hoseok quería más, necesitaba más. No podía recordar la ultima vez que alguien lo había excitado como Park Jimin lo hacía, y en un nivel, lo aterraba, mientras por otro lado quería explotar la atracción y disfrutar de ella mientras durara.

Él sabía que no podía durar mucho. Estaría con Jimin durante un mes y se alegraba de disfrutar cada momento de ello, pero no era suficientemente sabio como para mantener los sentimientos que comenzaban a surgir alejados de lo que era nada más que un negocio, ni siquiera cuando tuvo que admitir que esta era la primera vez en mucho tiempo que había disfrutado desde que vendía su cuerpo.

Había pensado que después de su pasado y el infiero con Taehyung, nunca sería capaz de encontrar el placer en el sexo otra vez, pero Jimin le estaba enseñando que podía y por eso, Hoseok estaba agradecido.

Jimin era un hombre apasionado, generoso, tenía un gran sentido del humor, y más de una vez se le ocurrió a Hoseok que sería fácil enamorarse de un hombre como él. Empujaba ese pensamiento lejos cada vez que venía a su mente.

Incluso si fuera más para Jimin que un compañero sexual contratado, permanecer en su vida por mucho tiempo no sería una opción. Con ese pensamiento en mente, decidió tomarse su tiempo con Jimin por lo que era y no preguntarse sobre lo que podría ser.

Jimin le hacía sentir especial y hasta ese momento era suficiente, Hoseok estaba seguro de ello, sobre todo se dio cuenta de que Jimin trató de darle siempre todo lo que pudiera necesitar.

El armario de la habitación del mayor estaba lleno de ropa y Jimin había mencionado algo sobre una sorpresa muy pronto, y Hoseok sonrió a eso. Tenía la sensación de que Jimin quería a alguien en su vida, alguien que pudiera relacionarse y por quien preocuparse y a quien echar a perder un poco, pero parecía decido a limitarse a aventuras que no tenían ninguna posibilidad de convertirse en mucho más. Hoseok se preguntaba porqué. Por su puesto, él no preguntó. Eso hubiera sido cruzar una línea, y él sabía eso.

Por su parte, Jimin disfrutó cada momento la primera semana con Hoseok. Pasó rápidamente en un torbellino de calor sexual. Hoseok era un amante increíble, apasionado y sensible, ansioso, extrañamente vulnerable, a veces, pero eso sólo alimentó el fuego que Jimin sentía. Más de una vez, se había quedado dormido con Hoseok en sus brazos, algo que nunca hacía con los otros chicos.

Por lo general dormían en otra habitación después de un encuentro sexual o los mandaba directo a casa, pero le gustaba todo lo que había aprendido acerca de Hoseok. Tenía mucho en común, y se encontró hablando con Hoseok sobre temas que por lo general evitaba en todo momento, como su pasado, sus planes para el futuro, su amor por su negocio. Por lo general se enorgullecía de ser una persona privada, no le gustaba que las personas se acercaran demasiado, pero estaba completamente a gusto con Hoseok y más allá de eso, Jimin se sorprendió al darse cuenta de que estaba teniendo un momento difícil en recordar que en unas tres semanas Hoseok desaparecería de su vida.

El acuerdo finalizaría, sus brazos estarían vacíos de nuevo, y Hoseok se movería a la nueva asignación que Nam habría programado para él. La simple idea de Hoseok en la cama de otro hombre hacía hervir su sangre, y Jimin sabía que estaba en problemas graves.

Simplemente no estaba seguro de que le importaba. Él sabía que no quería pensar en ello, por lo menos no muy intensamente. Hizo arreglos para el fin de semana su avión privado los llevara a Londres por unos días para cerrar un negocio y luego a Los Ángeles para disfrutar con el menor.

Él quería un poco de tiempo fuera de la ciudad y quería pasar ese tiempo con Hoseok. Se negó a hacerse preguntas de qué haría una vez que el final del mes llegara. No tenia ni idea de como manejar lo que estaba sintiendo, por lo que decidió posponer el tratar con ese asunto durante algunos días.

Se limitó a disfrutar de la sorpresa que Hoseok sentiría cuando Jimin le dijera lo que había planeado para ello. Se le ocurrió que podía estar acostumbrándose a sorprender a Hoseok, incluso echarlo a perder, pero desestimó la idea...

–Vamos.

Le ofreció la mano y Hoseok la cogió saliendo de la casa para luego entrar al mismo auto que lo había llevado allí hacía una semana, pero ahora no sabía ahora a dónde se dirigían. Al darse cuenta que estaban en el aeropuerto, Jimin lo llevó por un lugar donde vio un avión no tan grande y siguió al mayor, acomodándose hasta que despegaron.

–¿A dónde estamos yendo?—. Jimin entrelazó sus dedos con los suyos y con la otra mano acarició su mejilla.

–No estés nervioso. Estamos yendo a Londres, tengo que cerrar un negocio y luego vamos a ir a Los Ángeles para relajarnos. Nada malo va a pasar.

Hoseok asintió creyéndole, aunque era la primera vez que salía del país, al mismo tiempo que subía a un avión, solo tenía que cumplir con su trabajo, aunque durante la semana por ratos se le olvidaba que le estaban pagando por su compañía y eso lo hacía sentirse muy bien.

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Jimin estaba muy cansado, necesitaba ir al hotel y descansar, aunque podría tener algo con Hoseok quien de seguro salió hacer turismo. Al entrar a la habitación fue a darse un baño sin ni siquiera buscar al menor. Cuando ya estaba listo para entrar a la cama, escuchó un sonido en la pequeña cocina de la suite, pero antes que diera un paso más Hoseok apareció con un albornoz y con un plato de fresas con chocolate.

–¿Deseas?—. Jimin le sonrió y se acerco dándole un beso sintiendo al menor estremecerse.

–Sí. Gracias.

Ambos fueron a la cama donde Hoseok prendió el televisor y Jimin comenzó a darle de comer las fresas, además de robarle besos que el menor también hacía con él. Minutos más tarde ambos estaban totalmente desnudos sobre las sabanas besándose, así que Jimin cubrió la parte inferior del culo de Hoseok en su palma y apretó con fuerza, y luego apoyó su dedo de en medio en contra de su ano. Empezó tocando con el dedo suavemente y Hoseok abrió las piernas, cubrió su brazo derecho sobre los hombros de Jimin.

Jimin metió la punta de su dedo en el ano de Hoseok, un minuto después subió en la parte superior del cuerpo desnudo de Hoseok. Hope suspiró y acarició la parte posterior de la cabeza de Jimin. Luego envolvió sus piernas alrededor de la cintura de Jimin y entrelazó los dedos en la parte posterior del cuello del mayor. Estaban en el punto que Hoseok disfrutaba. Todavía estaban besándose y a punta de la polla de Jimin metiéndose en él después de haberse puesto el condón.

Cuando Jimin alcanzó el tubo de lubricante en la mesita de noche, Hoseok bajó los brazos y se agarró a los bíceps de Jimin, esperando que éste entrara en él. A pesar de que Jimin tenía un bien definido y musculoso cuerpo, era uno de esos hombres que tendían a construir músculos de sus bíceps que cualquier otro, y Hoseok siempre experimentaba una emoción entre sus piernas cada vez que se sostenía de ellos.

Cuando apretó con la punta de sus dedos, su corazón empezó a correr y su propia erección pulsaba. Cuando suavemente mordió mientras Jimin lo estaba follando, sus dedos de los pies se curvaban hacía atrás. Jimin cubrió su pene con el lubricante y le dijo.

–Levántate ahora—. Entonces dio una palmada a Hoseok en el culo y salió de la cama.

Hoseok bajó sus piernas y se sentó, alcanzando a acariciar su propia erección.

–¿Por qué?.

Jimin agarró su polla gruesa y la abofeteó al otro lado de la mejilla de Hoseok.

–Quiero follarte estando de pie.

Hoseok se desdobló de la cama y preguntó.

–¿Me quieres apoyado en la pared o inclinado?.

Habían follado en casi todas las posiciones imaginables. Hoseok había tomado la polla de Jimin en la parte trasera de las camionetas, contra las paredes de los baños públicos, Jimin lo había follado incluso boca abajo una vez en el suelo delante del sofá de la casa del mayor. Hoseok había retrocedido en contra de la parte frontal del sofá, separo sus piernas en una visión casi perfecta, y preparó sus palmas en el suelo. Entonces Jimin subió a los cojines del sofá y lo follo cabeza abajo.

–No—. Dijo Jimin–. Agarra la pata de la cama con las dos manos y separa las pierna.

El corazón de Hoseok empezó a latir más rápido. Sonrió y alcanzó el poste de la cama, luego Jimin se agachó y agarró su pierna izquierda. Levantó la pierna de Hoseok arriba en la medida que pudo con una mano y guio su polla dentro de Hoseok con la otra.

Jung cerró los ojos y echó la cabeza atrás, Jimin había entrado en él con un fuerte impulso, sus ojos le ardían. Pero en esta posición con su pierna abrazada al suelo y la izquierda levantada tan alto como podía, la polla de Jimin se deslizó dentro de su cuerpo con poco esfuerzo.

Cuando Jimin fue todo el camino dentro, Hoseok estiró la pierna que estaba suspendida en el aire, como si estuviera ensayando en un estudio de ballet, y apuntó a sus dedos de los pies. Esto no era malo en absoluto, incluso mejor que una follada de lado con la pierna envuelta alrededor de la espalda de Jimin.

Jimin comenzó a corcovear sus caderas lentamente, besando la parte de atrás del cuello de Hoseok. Sosteniendo la pierna izquierda de Hoseok con aparentemente poco esfuerzo. Sólo un hombre fuerte podría follar y equilibrar a Jung de esta manera. Sólo un hombre al que le gustara follar se tomaría la molestia de usar su fuerza de esta manera.

Jimin le mordió el cuello...

–¿Te gusta?.

Hoseok asintió con la cabeza.

–Se siente como si estuvieras golpeando lugares que nunca nadie ha golpeado antes.

Luego, con el fin de mantener el equilibrio, Hoseok quitó la mano izquierda de la pata de la cama y apoyó suavemente su brazo izquierdo sobre los hombros de Jimin. Apretó el músculo del hombro de Jimin y trató de levantar la pierna izquierda aún más para que todo el peso no descansara en la mano de Jimin. Jimin se movía con sus caderas más rápido, sus lenguas se encontraron, y empezaron a besarse.

No pasó mucho tiempo antes de que el pie izquierdo de Hoseok se arqueara y los dedos de los pies se encresparan hacía atrás. Con la pierna derecha, la única que todavía estaba clavada en el suelo, subió de puntillas y equilibró la mayor parte del peso entre el poste de la cama y los hombros de Jimin. Se sentía suspendido en el aire, casi colgando.

Jimin sostenía su pierna izquierda en alto, golpeando con tanta fuerza que ahora parecía como si estuviera perforando el culo con el puño en lugar de su pene. Cuando Hoseok miró en un espejo en el otro lado de la cama y vio la forma en que el eje grueso de Jimin se deslizaba dentro y fuera de su agujero, sintió el principio de su propio clímax.

El clímax que estaba apunto de experimentar vino de lo mas profundo de su ser, de un distinto lugar, y luego comenzó a viajar por el resto de su cuerpo. El sexo con Jimin era siempre diferente y como quiera que follaran, Hoseok nunca estaba seguro de qué esperar. Pero esta vez, probablemente porque estaban en una posición de pie, Hoseok sentía como si estuviera siendo embestido por un toro de primera. Y tan cliché como esto sonaba en su cabeza, era exactamente lo que quería.

Cuanto más duro, Jimin golpeaba, más fuerte, Hoseok quería gritar pidiendo más. Si hubieran estado solos, habría estado gimiendo tan fuerte como pudiera, rogando a Jimin que atacará más duro y fuera más profundo, y suplicándole que lo golpeara contra la pared, pero compartían el piso con otra habitación y tenía que ser considerado, y Hoseok sabía que lo mejor que podía hacer era susurrar y gruñir. Se llevo toda la disciplina que tenía para no gritar en voz alta cuando Jimin lo llevo alcanzar el clímax sin siquiera tocar su pene una vez.

No había nada más satisfactorio en el mundo para Hoseok que correrse de esta manera. Un orgasmo por ser follado por Jimin, sin tocar su propia polla, envió choques de placer corriéndose a través de cada ultimo nervio que terminaba en su cuerpo. Cuando Hoseok estaba solo y pensaba en esto, siempre se ponía erecto. Cuando finalmente estalló en el momento exacto, Jimin llegó a su clímax dentro de su cuerpo, disparó tan lejos que su semen aterrizó en el centro de la cama.

Tomó un poco de aire y volvió la cabeza para poder besar a Jimin de nuevo. Jimin todavía lo estaba follando, más lento, con un ritmo más firme. Cerró los ojos y metió la lengua en la boca de Jimin, sosteniendo los hombros del mayor tan duro antes de que este se retirará.

–Eso fue maravilloso—. Susurró con los ojos adormilados, sintiéndose tan cómodo, viviendo un sueño que jamás se podrá cumplir.

–Tu eres maravilloso.

Antes que diga algo más, Jimin lo beso mientras soltaba su pierna para luego tomarlo en brazos y llevarlo al cuarto de baño.






Jihope_MI CHICO DE ALQUILER.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora