KhunBam (Canciones)

El amante secreto.

Inspirado en la canción, El amante secreto, pueden encontrarlo fácilmente en Youtube, créditos a la autora.

///Fue una bella boda, de un cuento de hadas, así el periódico lo anunció: Un príncipe y una noble dama, se unieron un viernes a la luz del sol///

Las campanas sonaban, el lugar se inundaba de risas y gritos de alegría, clamores que deseaban la felicidad a los recién casados.

El príncipe Grace, junto a su ahora esposa, Endorsi Jahad, salían de la gran capilla, ambos elegidos para contraer nupcias desde su nacimiento.

Ofrecían una bella vista a sus incontables invitados, que se gozaban en su honor, deseando un largo y feliz matrimonio a los nuevos monarcas de la capital, que guiarían con rectitud y sabiduría a su gente, sirviendo y siendo justos.

La novia, estaba envuelta en un hermoso vestido blanco, que brillaba con el sol que daba en ella, luciendo tan bella como muchos otros varones y hasta mujeres veían, deseando ser los dueños del corazón de la gran dama, suspirando por un poco de su atención o una mínima pizca de amabilidad, pero ya pertenecía a los brazos del príncipe.

El traje negro del novio, contrastando con la luminosidad de su camisa, la gema que tenía en el cuello, dorado igual que sus ojos, una gran sonrisa que sacaba suspiros a muchos de los presentes, envidiando a la princesa que había logrado hacerse de su atención, corazón y amor.

Se veían tan bien.

///Frente al altar se juraron de blanco y a la salida la lluvia de arroz entre el clamor de los invitados, nadie vio el anillo que al suelo cayó///

El arroz cayó en cascada, los amigos más cercanos de los novios no midieron cantidades al arrojarlos contra la pareja, que entre risas, pedía que se detuvieran.

Ojos dorados y otro de un tono más naranja, se encontraron, y en un clamor unificado, se pedía volver a sellar el pacto que se habia hecho hacía unos momentos atrás y la pareja se dió un beso que provocó suspiros en más de uno de los invitados.

Entre el clamor de los invitados, uno más, miraba con enojo el suceso, quitando de su dedo, el anillo que acompañaba otro no muy lejos de ahí, lejos de ahí, tirandolo al suelo sin ser notado por nadie, siguiendo de lejos, a la multitud que se dirigía a la gran recepción que se llevaría a cabo en el lugar favorito de quiénes antes, fueran los reyes más amados.

///El amor puede cegar tanto, entre santos e invitados había un amante despechado, viendo la alegría escapar de sus manos, maldiciendo las costumbres y a la iglesia de paso///

Una persona en especial, en medio del gentío, observaba de lejos y con rencor, la alegría de sus días, sosteniendo la mano de la princesa que ahora formaba uno con él.

Porque tenían que verse tan bien juntos, la princesa se veía realmente deslumbrante, sus damas le habían cambiado los atuendos y realmente atraía las miradas de los invitados y la de su esposo.

Sus azules ojos y gélida mirada pasaban desapercibidos con la alegría de los demás, siendo testigo de la bella sonrisa que adornaba su rostro y aquel atuendo con el que nunca podría verlo para sí.

Maldijo las costumbres, maldijo todas las creencias y se retiró con una tristeza acumulándose en su pecho.

///Entre apariencias los meses pasaron, y el matrimonio de aspecto ideal, no intercambiaban más que vocablos, a menos que fuera un asunto oficial///

Después de la luna de miel, Endorsi esperaba más de su esposo, que era siempre cariñoso hacia ella cada vez que se encontraban en su niñez, los días que el príncipe Grace se ocupó en conquistar su corazón.