Sick Thoughts

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Inspirado en la canción Sick Thoughts de Lewis Blissett (si me permiten un consejo, un male versión aumenta la expectativa).




Había esperado por mucho tiempo.

Cada día deseaba ser el único centro de atención para él, pero era un completo ciego, no podía ver lo evidente, el daño que le causaba persiguiendo a Rachel, la atención que ponía en los demás y no en él, todos los proyectos que llevaron a cabo juntos, los momentos que habían compartido, los sucesos que fueron enfrentados hombro con hombro.

Era hasta patético pensar que incluso Wangnan estaba igual, pero era un poco más expresivo, se acercaba demasiado e intentaba pasar el máximo de tiempo a lado de Bam, provocando risas, dándole pequeños regalos, insistiendo hasta colmar la paciencia de quienes estaban cerca, y eso lo incluía a él.

No le gustaba compartir lo que era suyo, lo quería solo para si.

Ya estaba harto de sonreír con decoro frente a todos los que se acercaban a Bam. Cansado de ser educado solo porque él se lo pedía y lo hacía por el simple hecho de mantenerlo feliz, porque en su raciocinio, debía ser delicado con cada paso que daba para acercarse hasta tenerlo completamente bajo su control.

Sonaba caprichoso, egoísta, enfermo ¿Pero acaso eso importaba a alguien? Era libre de desear lo que le diera la gana, después de todo ¿Quien estuvo interesado en él? Nadie, ni siquiera aquel cuya atención tanto quería.

Tuvo que recurrir a sus mejores artimañas para lograr que su ciego amado se diera cuenta del error que estaba cometiendo respecto a Rachel, permitiendo que esta lo lastimara en una de las tantas discusiones que tenían, siendo vistos coincidentemente por Bam, que exigió a su antes mejor amiga, que se alejara de todos sus amigos o las consecuencias no serían claras hasta después de suceder.

Quería compadecerse de él, lamentar que hubiera preferido dejarla a ella por sus amigos, pero no, estaba justo donde lo quería tener, bajo su cuidado total, a pesar de que Rak estaba en el medio.

Bam ya no veía a los demás tanto como antes, ahora el sesenta por ciento de su mundo, era él, Khun, y el porcentaje restante, se dividía entre los demás. Eso lo convertía, en el número uno.

Pero era un poco tarde para retractar lo que ya estaba en un buen camino para ser ejecutado, ser quién ocupaba el primer lugar en su vida, no era suficiente, deseaba más y no lo obtendría, porque a pesar de todo, Bam seguía siendo solo eso, su mejor amigo.

Tal como había previsto, le tomó mucho tiempo terminar el proyecto, dónde incluyó a su más preciado tesoro para que fuera quien personalmente eligiera los detalles que llevaría el lugar, al final, al imbécil de su padre le daba igual lo que hiciera de su regalo o lo que no y estaba dispuesto a pagar lo que fuera por deshacerse de él, así que tomaba lo que se le ofrecía.

Quería mantener una calidez al lugar donde recordaría su mejor momento, la culminación de su plan, el cumplimiento de su deseo más grande con Bam.

Día a día fueron avanzando con las preparaciones. Controlar sus impulsos tampoco eran una tarea fácil, pero lograba sobrellevarlo al tener clara la meta que deseaba alcanzar.

Salió bien, y se felicitó por eso. Incluir a Wangnan en la ecuación era algo anticipadamente contemplado, fue fácil hacerle creer que ofreciendo su ayuda para tener a Bam dentro de la casa, con todas las salidas bloqueadas, lo haría formar parte del juego, dónde el primero en encontrarlo sería quién se quedara con él, pero eso era errado, y si pensaba que permitiría que llegara a tocarlo, estaba equivocado, se desharía de él en cuanto pensara ponerle una mano encima, Bam no podía estar en manos de dos, uno solo era el dueño y jamás le perdonaría que hubiera besado la marca que su mordida había dejado en semanas anteriores.

KhunBam (Canciones)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora