Al fin en casa 1/2

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A la mañana siguiente los jovenes despertaron a la par, ambos menores fueron adormilados a la cocina.

Los otros a tropiezo ordenaron la sala y luego fueron a la cocina, el aroma agradable que la empeza inundar fue lo primero que les llego, felices se sentaron a desayunar.

Al terminar fueron al dojo, donde Splinter les esperaba. Iniciaron con el calentamiento y luego un combate grupal. Algo que les resulto bastante bien a las totugas mayores, ya que vencieron con facilidad a los mas chicos.

Raph: jaja, que paso con tu astucia niño -viendo divertido a Leonardo-

Leo: ya quitate! -algo molesto-

Mikey: jaja, para -tratando de detener al otro Leonardo-

Leo: eres un cosquilludo -sonrie tranquilo-

Mikey: no esta mal -ayudando a pararse a Donatello- solo no pienses mucho -sonríe amable-

Donnie: jaja, lo se -sonrie apenado-

Raph: quitate, pesas -gruñe molesto-

Donnie: no es verdad, mi peso es el mismo que el de mis hermanos -viendole con un pequeño puchero-

Yoshi: -niega divertido- vengan hijos míos, meditemos un momento -viendo a los ocho con calma-

Leonardo y sus hermanos se sentaron frente a su padre y los otros se acomodaron tras sus contra parte, tranquilos iniciaron con la meditación. Cerca de las doce los jovenes salian del dojo algunos adormilado y otros planeando que hacer.

Michelangelo los miraba algo inquieto, pronto se irian y por alguna razón no deseaba éso. Aun asi no podia andar de egoista, ellos tienen su propia vida y debian de volver. Un debil suspiro se escapó de sus labios, si ese seria la ultima vez que los veria, pues trataria de que fuese el mejor adios posible. Con esa idea en mente se fue a la cocina.

Leo: Donnie pronto tendra lista la máquina -sentandose tranquilo-

Mikey: de verdad? -animado-

Raph: eso dijo, solo hay que esperar a que funcione -leyendo su comic-

Leo: confio en él, se que lo haran bien -sonrie-

Raph: mh, ya esta el almuerzo -sonríe y corre a la cocina-

Leo: jaja, eso es raro -rie suave-

Raph: te creo -sorprendido por la acción del otro-

Mikey: huele muy bien -sonrie- vamos!

Los jovenes aceptaron y siguieron al menor, al entrar allaron varios platillos en la mesa y al de rojo viendo embobado al menor.

Raph: jaja, serias buena esposo Miguel Ángel -ríe suave-

Mikey: -le ve sonrojado- basta, ya te dije que soy niño -haciendo un pequeño puchero-

Otra vez? (Finalizado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora