YOU, another YOU & ME - JinTae [Omegaverse]

❖03❖

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Calor. Seokjin sentía mucho calor.

El aroma dulce y familiar de su omega, lo envolvía, casi al punto de asfixiarlo.

Su cuerpo incluso parecía encenderse en fuego, y las sensaciones de placer bajaban por su espina dorsal, punzando en sus extremidades.

Húmedo. Húmedo y caliente.

El alfa despertó asustado al percatarse de lo que ocurría, sentándose en la cama con los ojos grandemente abiertos, viendo a su osado omega con la cola alzada, agitándola gustoso, mientras introducía su miembro a la boca, succionando con insistencia.

—¡Mierda, Taehyung! ¿Qué estás haciendo? —intentó huir de él, por la impresión que le ocasionó despertarse de esa manera. Miró a su alrededor, notando que ni siquiera había amanecido. —Bebé, no... Hmp~ —quería negarse, pero considerando que su cuerpo ya estaba activo, se dejó hacer. —Bien, tú ganas.

Volvió a recostarse, con un gemido contenido, disfrutando ahora de la cálida y generosa boca del omega, que estaba poniendo todo su esfuerzo en ello. Se perdió en la satisfacción que le producía su pareja. Nunca imaginó que el hecho de que su omega estuviera atravesando una "fiebre de bebé" fuera tan beneficioso para él.

La boca húmeda de Taehyung abandonó su erección, para trasladarse a la piel de sus caderas, subiendo por su abdomen desnudo. ¿En qué momento desapareció su camiseta?, se cuestionó. El travieso omega mordió uno de sus pectorales, dejando salir una risita ante su queja. Cuando su rostro estuvo sobre el del mayor y sus cuerpos se tocaban por completo, en desnudez, se incrementaron las sensaciones. El alfa de Seokjin liberó sus feromonas, mientras sus manos acariciaban desde la estrecha cintura del omega, hasta la prominente curva de su trasero. El suave pelaje de su cola cosquilleó sus nudillos, y Jin sostuvo firmemente la piel de su culo, presionándola contra él en una indecente caricia, que arrancó un jadeó de lo más profundo de su garganta. Aprovechando su boca abierta, el alfa lo besó; firme y caliente. Al omega no le quedó más remedio que rendirse ante todo lo que le estaba provocando su alfa en cuestión de segundos.

Taehyung flectó las piernas, quedando sentado sobre la erección de Seokjin, iniciando a moverse en círculos, sin apartarse de la boca del mayor. Jin sentía que su fuerza de voluntad flaquearía si el pelirrojo continuaba con sus pecaminosos movimientos, por lo que deslizó sus dedos hacia la lubricada entrada del omega, rodeándola con la yema y estimulándolo para la posterior penetración.

Rápidamente, el omega se volcó en un montón de jadeos y súplicas por más. Seokjin se estiró en busca de un preservativo, y cuando lo tuvo, lo deslizó por su miembro. Taehyung prácticamente saltó sobre él, montándolo como si fuera acabo de mundo, enloqueciendo al alfa. Los colmillos de Seokjin picaban, extendiéndose inevitablemente, pues su lobo luchaba en su interior por mostrarse ante su omega. El lado animal de Seokjin se encontraba tan sensible por tener a su omega así de efusivo, buscando más de lo que él le podía dar, que peleaba el lugar del humano con garras y dientes.

Los orbes oscuros del alfa, parpadearon de color ámbar, regresando al negro, y volviendo a aclararse como miel líquida. El lobo estaba venciéndolo poco a poco. Un gruñido se escapó de su pecho, y el omega casi lloró de felicidad al reconocer a su alfa.

Seokjin perdió la noción del tiempo y espacio luego de eso, incapaz de manejar su propio cuerpo a voluntad.

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Despertó por la mañana, ante el insistente sonido del timbre. Pasó una mano por su rostro, tratando de quitar la bruma del sueño de su sistema y responder a la puerta. Parpadeó, sintiendo sus ojos pesados, mirando alrededor. Lo primero que sus ojos captaron, fue a su hermoso omega, profundamente dormido, y desnudo. Su cola se envolvía sobre su pelvis, cubriendo lo necesario. Sus ojos viajaron hasta su rostro y palideció al notar la fresca mordida en su cuello, en donde algunas gotitas de sangre aún permanecían, ya secas. ¿Qué demonios había pasado por la madrugada? El alfa no conseguía recordar, pero las marcas de mordidas y algunos moratones en la piel perfecta de Taehyung le ayudaban a hacerse una idea.