Mr Arrogant | Kim Taehyung [Terminada]

Capítulo 14

Estaba estudiando en mi habitación cuando sonó el teléfono. Contesté sin mirar el identificador de llamadas.

"Yobuseyo, habla Hyejin", dije.

"Hyejin ah..." La voz en la línea dijo. Dejé caer mi bolígrafo. Esta voz me es familiar.

"¿Quién es?" Dije.

"¿Por qué te has olvidado de mí, pequeña mocosa?" Ella continuó hablando en la línea, en su acento satoori. (Satoori es el dialecto del coreano)

Finalmente supe quién era.

"¡Halmeoni! (¡Abuela!)", exclamé. Estaba muy emocionada por volver a oír su voz. Se rió por la línea.

"¿Por qué no me has llamado durante tanto tiempo? Intenté llamarte pero no me contestaste. Estaba preocupada, ¿sabes?", le dije y hablé de forma tierna.

"Déjate de aegyo, ¿cuándo van a venir tú y tus padres a visitarme?". Preguntó.

"No lo sé. Realmente quiero ir a Busan y visitarte. Te extraño mucho ", le dije. Ella soltó una risita, pero después empezó a toser repetidamente y sonó grave.

"Halmeoni, ¿estás enferma?" le pregunté.

"Sólo es una tos normal, ya se me pasará. Tengo que ir a dar de comer a mi gato. Espero verte pronto", dijo.

Suspiré. Las lágrimas llenaron hasta el borde de los ojos. "Halmeoni... s-saranghaeyo", dije mientras intentaba contener las lágrimas.

"Orhh... Nado saranghae (yo también te quiero). Trabaja duro, sé una buena chica, ¿vale? Annyeong", dijo y ambos colgamos.

Sonreí pero se me cayeron las lágrimas. Me alegré de volver a escuchar su voz. Tenía muchas ganas de verla. Deseaba que mis padres me llevaran a verla de nuevo. Hacía 9 meses que no la visitábamos. Como todavía soy joven, no sabía cómo viajar lejos a Busan. La extrañé mucho.

*

Mis padres llegaron a casa y cenamos juntos. La mesa del comedor estaba en silencio. Toda la casa estaba en silencio, sólo se oía la televisión.

"Eomma... appa..." Llamé y mis padres me miraron. "Halmeoni me llamó hoy. Me preguntó cuándo íbamos a visitarla", dije.

Mi madre levantó una ceja: "¿Y?".

"Entonces... ¿Cuándo podemos visitarla?" pregunté.

Mi madre suspiró y siguió comiendo. "Sabes que estoy ocupada, ¿verdad?".

"Pero sólo tienes que tomarte un día libre para verla. Además, ahora está enferma. ¿Por favor Eomma? ¿Appa? Cualquiera de ustedes puede llevarme allí. Ustedes pueden irse a trabajar mientras yo me quedo con Halmeoni", dije y los miré.

"Cariño, estoy ocupada bien. Te llevare allí la próxima vez", dijo mi madre, aplastando mis esperanzas.

"Sólo lleva a nuestra Hyejin allí. Es tu madre de todos modos, déjala ver a tu hija", dijo mi padre.

Mi madre le miró con desprecio. "¡Si crees que es fácil, entonces ve y llévala a Hyejin tú mismo!"

Aquí vamos de nuevo.

"Yo también estoy ocupado, ¿no? ¿Por qué debo visitar a mi suegra cuando su propia hija no viene?" Mi padre se defendió.

Empezaron a discutir, otra vez.

Cansada, golpeé mis manos sobre la mesa mientras me levantaba. "¡¿PUEDEN DEJAR DE PELEARSE?!"

Ambos me miraron fijamente.

"¡Lee Hyejin no seas grosera!" Mi madre me reprendió.

"¡LOS ODIO A LOS DOS!" Grité y me marché.

"¿A dónde vas?" Mi padre se levantó de su silla y me siguió.

Salí corriendo rápidamente de la casa y él no fue capaz de alcanzarme. Corrí muy lejos, atravesando el callejón y adentrándome en las calles.

Caminé por las calles y las lágrimas cayeron sin que me diera cuenta. Hacía frío y estaba descalza. Me sentía perdida. No sabía a dónde ir, pero seguro que no quería volver a casa todavía. Necesitaba un tiempo a solas.

Las calles estaban llenas de gente comprando comida y otras cosas. Algunos iban de camino a casa, probablemente a abrazar a sus seres queridos después de un largo y agotador día de trabajo.

¿Por qué mi familia no puede ser cariñosa como la de los demás? suspiré, todavía llorando. No me dirigía a ninguna parte cuando de repente alguien me tocó el hombro.

"¿Hyejin? ¿Qué haces aquí sola?" preguntó Taehyung.

Salí de mi cadena de pensamientos y me limpié las lágrimas. "Oh, hola", dije.

"Yah... ¿por qué estás llorando?", preguntó.

"Nada, es que hace mucho frío", dije.

"¿Por qué has salido de casa con cara de mendigo, sin llevar chaqueta o al menos zapatos?", preguntó mirándome los dedos de los pies.

Me quedé callada e intenté por todos los medios no llorar, pero no pude.

"Es tan frustrante", murmuré en voz baja y bajé la mirada.

"Ay... pabo Hyejinnie ¿qué te pasa?" Preguntó y yo me quedé callada.

Suspiró y luego se dio la vuelta, de espaldas a mí.

"Sube, te cargaré", dijo.

"No quiero llegar a casa", respondí.

"Súbete que no te voy a llevar a casa, pabo", dijo y se agachó un poco para que le alcanzara el hombro.

*

Seguí llorando mientras él caminaba lentamente mientras me llevaba en su espalda.

Llegamos a su casa y tecleó los números en la máquina biométrica. La puerta se abrió y entramos.

Me hizo sentar en el sofá.

"¡Yah! Mira mi hombro. Está todo mojado por tus lágrimas", se quejó.

"Lo siento", sollocé.

Se sentó a mi lado. "Entonces, ¿quieres contarme lo que pasó?"

Y así lo hice. De alguna manera confié en él y le conté todo sobre las discusiones de mis padres en casa cada día y lo mucho que echaba de menos a mi abuela. Me sentí mejor después de soltarlo todo.

Me dio unas palmaditas en la espalda para calmarme.

"Sólo quiero sentirme querida. Sólo quiero ver a Halmeoni porque es la única que me quiere de verdad", dije soltando mis penas.

Me limpié las lágrimas y suspiré.

"Bueno, ¿puedes hablar conmigo?" Dijo. Lo miré torpemente.

"Pero eres tan malo conmigo y sólo eres..."

Se me cortó cuando me atrajo para abrazarme.

"Cállate, necesitas un descanso, pabo", dijo. De nuevo, empecé a llorar. Se apartó. "Yaahh, realmente te ves fea cuando lloras. ¿Puedes parar?"

Me reí ligeramente y dejé de llorar, pero mis ojos estaban rojos e hinchados. Me dio unos bocadillos para comer mientras hablábamos.

"¿Cómo se supone que voy a llegar a casa ahora?" pregunté.

"Puedes quedarte un rato, luego te llevaré a casa".

***

Eran las 9 de la noche y Taehyung me llevó a casa.

"Gracias Taehyung. Eres muy amable, ¿eh?", le dije y soltó una risita.

"Nos vemos mañana en la escuela, pabo Hyejinnie", dijo y se fue.

Me dirigí a mi puerta y llamé. La puerta se abrió.

"¡Hyejin ah!" Mi madre me abrazó, "Lo siento bien".

Suspiré, dándole una débil sonrisa.