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Erick había salido de compras.

Si, se tenían que ir, pero también era el cumpleaños de su hija.

Dejaría que su hija conviviera con los chicos, pero después se irían sin decirle nada a nadie ni a donde se irían.

Pastel de chocolate, dulces para los niños, pizza, hamburguesas, refrescos.

Esas eran las cosas para la fiesta de su hija, pero también había comprado provisiones para su viaje. Se irían en la madrugada, nadie se enteraría y nadie se opondría. Era lo mejor para él, para su hija, para todos.

- Erick, ¿Podemos hablar ya? - Pregunto Zabdiel cundo el ojiverde llegó al apartamento.

El chico había decidido ir solo de compras, necesitaba un respiro para todo lo que se vendría.

- Se que te dije que te lo diría hoy, pero hoy no Zabd. Hoy es el cumpleaños de mi hija, quiero verla feliz, te prometo que mañana te diré.

Erick odiaba las mentiras y ya había dicho sabrá Dios cuántas mentiras.

- No pasa nada, ¿Quieres que te ayude en algo?

El peli-azul le dio un beso en la frente y Erick se sintió peor.

- Si, acomoda los globos, yo iré avisarle a mi padre que no nos iremos.

Cada quien estaba haciendo su tarea. Erick fue a la habitación de su padre, escucho que estaba en el baño así que espero en su cama. Sonó un celular, pero no era el suyo, era el de su padre.

- Tom, ¿Algún informe?

Esa no podía ser la voz de Carlos, ¿verdad? Claro que no.

- Jefe, todavía no hay nada. Bueno, Erick dijo que nos íbamos a mudar, pero yo lo convenceré de no irnos. Usted no se preocupe el pequeño estará aquí como usted me pidió.

Erick temblaba, su padre no podía estar involucrado con ese desgraciado.

- Más te vale Tom, o sabrás que le pasará a Salma.

- Salma no me importa, pero ya le dije jefe. Usted deme dinero y tendrá a Erick el tiempo que quiera otra vez, como en los viejos tiempos.

No, no, no.

Basta, dios, basta.

El chico ya no podía escuchar, salio de la habitación para dirigirse hacia el salón. Miro a Zabdiel quien estaba acomodando la comida en la mesa.

- ¿Erick, estas bien?

Él se quiso acercar pero el ojiverde retrocedió.

- Yo... Sí, tengo que ir con Chris.

No lo dejo contestar cuando Erick había salido de su casa, hacia la del castaño.

- ¡Papi!

Todos voltearon a mirar al chico, su mirada estaba asustada, tenía miedo.

- ¿Dónde está el abuelo? - Efectivamente su hija amaba a las personas equivocadas. - Lo estamos esperando, ¿Ya está todo listo en casa, papi?

Nadie hablaba, Erick temblaba, miraba a su hija quien solo miraba al pequeño Thiago sin saber qué hacer.

- Niños, ¿Quieren ir a comer? Escuche que Erick compro pizza. - Comento Yenny, los niños asintieron emocionados y los tres se fueron hacia su casa.

- ¿Pasa algo Erick? - Pregunto Richard.

El mencionado solamente miraba a Christopher, sin saber que decir, las lágrimas caían de sus mejillas rápidamente.

- Se cancela el viaje, nos quedaremos. Te prometo Chris, que tú y tú hijo eran a salvo, siempre.

Amor Infinito - [ZabdErick] Terminada - EditandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora