Por más que lo intento no logro liberarme, solo me lastimo más y solo soy capaz de escuchar con completa claridad cómo ella los deja entrar cómo si nada cuando me tiene aquí amarrado.
—Queremos hacerle algunas preguntas señorita...— escucho la voz del oficial.
—Adams — contesta con naturalidad.
Con esa dulce voz cómo alguien sospecharía de que me estuviera haciendo esto.
—Bien señorita Adams, ¿vive aquí sola?— pregunta él oficial.
—Si —
—Supongo que escuchó el accidente que ocurrió no muy lejos de aquí — le comenta él.
—Si, estaba regresando de la ciudad el día que ocurrió, el lugar estaba lleno de ambulancias, policías y bomberos — miente, lo hace tan bien.
¿Ella lo habrá planeado todo desde un inicio?
¿Y si sus intenciones son matarme?No eso es ridículo, si me quisiera matar, me habría dejado morir y ya, para que cuidarme entonces. Busca dinero, si eso debe ser, eso de no saber quién soy en realidad debe ser toda una mentira de ella y lo más seguro es que debe estar esperando el momento indicado para pedir una recompensa por mi.
—¿Después de eso no escucho o vio nada extraño por los alrededores?— escucho que pregunta alguien más.
¡Taylor!
Estoy seguro que es él, reconocería su voz seria y profesional donde fuera, vamos Taylor, eres bueno para reconocer cuando alguien miente, por eso trabajas para mí, vamos, date cuenta de que ella está mintiendo.
—No, no he escuchado nada aparte de la lluvia estos dos últimos días — contestó ella — pero ¿por qué me preguntan eso? — pregunta ella de vuelta.
Astuta.
Los despista para que crean que ella no sabe que me están buscando a mi.
—El helicóptero que cayó al momento de los rescatistas y oficiales llegar estaba vacío, no estaba él piloto o rastro de él — le explica.
—Lo siento, pero cómo ya les dije yo llegué después de ellos — repitió.
—Bueno en caso de que vea o escuche algo más, aquí está mi tarjeta — escuchó decir a Taylor decir.
No, no, estoy aquí.
Intento quitarme el trapo de la boca, pero es inútil, no me lo puedo quitar y que ayuden, segundos después escuchó que ella los despide. Golpeó mi cabeza con él cabezal frustrado con esta situación, de repente veo a Taylor en la ventana de la habitación, intenté hacer cualquier tipo de ruido, él que sea, pero no voltea a verme, pero no lo hace.
Maldición.
En ese momento llega un oficial con él y está si mira hacia la ventana.
—No te ilusiones, no pueden ver hacia dentro — dice Ana desde la puerta, no me di cuenta del momento en que llegó, ellos se alejan, seguramente ya se van —Jason Taylor, seguridad personal, ¿Lo conoces? — me pregunta, pero aún tengo el trapo tapando mi boca —cierto — dice y se acerca para quitarme él trapo de la loca.
—¿Qué es lo que quieres?, ¿Dinero? — le preguntó furioso.
—No me interesa el dinero en lo absoluto — contestó tranquila soltando un poco las ataduras de mis piernas, pero no tanto.
—¿Entonces por qué es venganza? — preguntó y me mira frunciendo el ceño.
—¿Le has hecho daño a alguien Christian?— me pregunta y ahora él confundido soy yo.
Es un engaño.
—Deja de intentar confundirme, liberarme ahora mismo — le exijo.
—No lo haré— dice con total calma.
—¿Por qué haces esto?— le preguntó.
—Tu me lo pediste, me dijiste que no te dejará, me pediste que te cuidara y eso haré— me dice acariciando mi mejilla.
¿Que?
Está loca—Yo…
—No te preocupes, no te dejare y te cuidare muy bien Christian — dice ella con una dulce sonrisa.
Dios mío, ¿En las manos de quién he caído?
*****
Trate de razonar con ella, pero es imposible, no está dispuesta a soltar me y mis heridas me impiden aún más él poder escapar de sus garras, además no me ha dejado solo en ningún momento, sea mantenido sentada en su escritorio escribiendo de lo más tranquila, cómo si tuviera a una persona a atada en su cama en contra de su voluntad.
─Christian debes cenar─ me dice en tono serio cuando me niego a hacerlo en la noche.
─Lo que necesito es que me sueltes ─ le digo.
─Ya te dije que no te voy a soltar Christian, ¿cuanto te cuesta entender eso?─ me pregunta ya cansada.
¿En serio?, Ahora ella es la que está cansada de esto.
—Jamas lo entendere, es estás loca — le digo y ella me gira la cara de una bofetada, cuando la miro de nuevo sus ojos están llenos de lágrimas, sin decir más se levanta y sale de la habitación.
Vaya, no le gusta que le digan loca, además, tiene la mano pesada.
Pasa no sé cuánto tiempo en los que ella no regresa y me empieza a dar hambre, ella dejó la bandeja aquí, pero no puedo tomar nada de ello porque aun sigo atado de mano al cabezal de la cama.
Maldición, muero de hambre.
Ana regresa, no me mira, pero puedo ver sus ojos hinchado, parece que ha llorado mucho, toma la vendeja y sale de la habitación de nuevo y no regresa en toda la moche. Parece que se molestó mucho porque la llamé loca, pero lo está, me tiene encerrado aquí en contra de mi voluntad, diciendo que yo fui quien se lo pidió, cuando no es verdad, está loca.
No sé en qué momento me he quedé dormido en aquella incómoda posición, pero cuando despierto ya es de día, está lloviendo de nuevo y yo estoy acostado en la cama con mis manos atadas sobre mi pecho, pero no tan incómodo como la noche anterior.
¿Cómo me movió sin despertarme o lastimarme?
Miro a mi alrededor buscándola y cuando la encuentro trago duro por la imagen que me encuentro, está sentada en la ventana tomando lo que deduzco por el olor es té, mientras lee un libro, pero eso no es lo especial, lo especial es que solo lleva puesto un suéter blanco sin nada de bajo.
¿Cómo se que no hay nada de bajo?
Porque tiene una pierna flexionada dónde está apoyando el libro que está leyendo dando una clara vista de que no tiene puesta ropa interior.
Puede que esté loca, pero es muy bella y sexy.
Me renuevo un poco en mi lugar, sintiéndome duro, maldición, acabo de despertar, así que él también despierta y con esa visión no más despertar como no estar como un tronco, carajo, mis manos no llegan, incluso puedo ver cómo mi miembro se hace notar por debajo de las sábanas y yo sin poder hacer nada.
—Necesitas ayuda — dice Ana de repente mirándome aún desde la ventana.
—Si, me gustaría irme de aquí por favor — le pido.
—Sabes que eso no se va a poder — dice poniéndole un separador al libro que estaba leyendo para después acercarse a dónde estoy — pero puedo ayudarte con otra cosa — se sienta a mi lado tomando mi miembro por encima de las sábanas.
—Qu...no, déjame — le dijo con dificultad.
—Ya te dije Christian, no te dejare — dijo ella apartando las sábanas tocando me directamente.
¿En las manos de qué loca termine?
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Mi Obsesión Christian Grey
FanficTras un terrible accidente de helicoptero, Christian Grey termino herido en medio del bosque temiendo morir en el, pero para su suerte o tal vez no, una bella joven lo encuentra y lo ayuda llevándolo a su casa para curarlo y cuidarlo, pero lo que el...