Prólogo

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–¡Hice lo mejor para tí!– arremetió el hombre comenzando a alzar la voz.

–¿Encerrarme en un puto closet durante años fue lo mejor para mí?– dijo la chica, gritando, ya estaba harta de todo eso.


–Si hubieras hecho lo que te decía nada de esto habría pasado, Margaret.

Rápidamente, como si estuviera entrenada, Margaret sacó una navaja del bolsillo de su chaqueta, con su otra mano sujetó al hombre de la camisa y presionó la hojilla contra su cuello.

–Si vuelves a hablar de este tema, no dudaré en matarte, después de todo lo que ha pasado ¿Piensas que la policía no creerá que fue en defensa propia, papá?

Margaret retiró la navaja, se separó de su padre, tomó su mochila, el estuche con su guitarra y se fue a la escuela, como una adolescente normal, dejando al hombre helado en su sitio.

Una canción para tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora