twelfth

60 3 32
                                    

Josh:

La misma alarma de todos los días suena y me despierta, me revuelco en la cama quejandome, al abrir los ojos lo primero que veo es mi set de batería desarmado, no había tenido tiempo para armarlo y muy posiblemente hoy tampoco tenga tiempo, había demasiadas cosas que hacer. Desde el otro lado de la pared se escuchan las ya concurrente discusiones matutinas. Odiaba tener que escuchar eso, que las paredes sean tan finas, despertaba mi preocupación y mi curiosidad. Sobre todo cuando se trataba sobre Ty, odiaba que siempre esté en problemas. Me levanto y me desperezo, sentía que no había dormido, aunque es muy posible que no lo haya hecho. Mi estúpida cabeza no podía parar de pensar en su estúpida cabeza y su estúpido pelo apoyado sobre mi estúpido hombro mientras dormía volviendo de nuestro estúpido viaje. Resoplo de la frustración, recuerdo la promesa que hice

"Mierda" me levanto y mientras busco ropa agarro mi teléfono, tengo que hablar con Debby 

"Hey debs"

"Hola lindo, que tal el viaje?"

"Genial" suspiro "Hey, querés ir a almorzar hoy después de mis clases?"

"Tengo turno al mediodía en el trabajo, pero si querés vamos a tomar un café"

"Perfecto, te paso a buscar allá"

Bloqueo el celular y lo revoleo como si fuera a explotar, me repito constantemente que es lo correcto mientras me visto, dios debo estar llegando tarde a las clases. Los gritos al lado no parecían terminar. Intento ponerme los zapatos rápido pero me tropiezo contra un hihat tirado en el piso y me golpeo la cabeza contra la mesita de luz

"MIERDA" grito del dolor y los gritos de los chicos se detienen, para luego continuar "Hoy no es mi día" me quejo

Me lavo la cara, los dientes, agarro mi mochila, guardo mis útiles, me "peino" (aunque realmente solo acomodaba mi pelo un poco con las manos) y abro la heladera en busca de algo para desayunar, solo para llenarme de decepción de lo vacía que estaba, parecía representar lo que esperaba de este día. Era la nada absoluta, exceptuando una redbull, que había tardado en encontrar ya que estaba en el fondo de la heladera. Estiro mi brazo para alcanzarla y me la quedo mirando atontado, no puedo evitar sonreír. Solía detestar estas cosas, pero desde su llegada siempre había una de estas dando vuelta, recordándome de su existencia. Amaba las cosas que lo hacían, el té, el frío de una terraza, las medias rojas, el olor a cigarrillo, hasta a veces llegaba a amar esas paredes finas las cuales su voz lograba atravesar todas las mañanas al despertarse, aún si solo llegaba a escuchar crueles acusaciones e insultos

"Pero la puta madre" detengo mis pensamientos, no podía creer que era de Joseph de quién hablaba. Desde que lo conocí en ese pasillo sentí un magnetismo hacia él. La desgracia y el anhelo nos perseguía a ambos pero, sentir eso por él?? Definitivamente no estaba en mis planes. Fue una droga que se entrometió y yo sé que ahora no iba a poder dejar. Por eso voy a romper con Debs

finalmente logro salir de ese trance de pensamientos y guardé la bebida en mi mochila. Ya listo voy hacia la puerta, agarro las llaves y salgo de casa, por fin. Pero ir derecho hacia las escaleras no estaba en mis planes, voy hacia el otro lado y golpeo la puerta de la casa de los chicos, nadie responde, se escuchaban los gritos de Tyler y de Dallon, no debieron haber escuchado, noto que la puerta estaba sin cerradura. No debería entrar, pero mierda me muero de ganas. Abro la puerta despacio y ambos notan mi presencia de inmediato y quedan congelados, como si hubieran parado una obra de teatro. Tyler estaba señalando una cicatriz en su brazo, nunca la había notado, extrañamente, ya que abarcaba casi todo su antebrazo. Que tenía que ver con Dallon? Josheph se baja la manga de su buzo alterado por mi mirada y gira asustado hacia Dallon

Roomies; Joshler ficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora