Recuerdo cuando llegaste a mí
y recuerdo
el tiempo que latiste en interior.
Recuerdo las ilusiones
y los planes rotos.Recuerdo soñarte entre mantas,
Imaginarme tu rostro, tu olor.
Recuerdo los besos,
las bendiciones.Apartar los malos sueños con la palma de mi mano
dejándome llevar
por tus patadas.Recuerdo acallar esas voces que gritaban lo que no quería escuchar.
Y la recuerdo a ella,
con la noticia grabada en
el iris de sus ojos.Y recuerdo el shock, la confusión,
el miedo, el dolor,
el encerrarme en mí misma.
El gritar que no es justo.¿Por qué a ti?
Y acaricié mi vientre, y llovía,
y la gente hablaba.
Y había ruido, ruido que no se callaba.
Opiniones, obligaciones,
esperanzas rotas, de porcelana, esperanzas de mierda a las que aferrarme,
sabiendo que el destino
ya estaba escrito.Y recuerdo el adiós.
Los truenos,
las contracciones,
el llanto,
el gritar que quería dar marcha atrás, que todo era mentira,
que aún podías vivir.Y sentí tu alma escurrirse entre mis piernas.
Poco después, tu cuerpo.Y recuerdo que el mundo se detuvo
y los colores se perdieron.Y morí.
Junto a ti, en el cuarto de aquel hospital.Desgarrada, olvidada,
ajena a todo y a todos,
luchando por aparentar,
escuchando consuelos hipócritas
que secaban las lágrimas
con el filo de estropajo.Y el tiempo pasó.
Y las cosas, poco a poco, volvieron a su lugar.
Incluso los colores.Te olvidaron.
Todos lo hicieron.
Pero yo no.Yo te recuerdo.
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El silencio de las madres (poemario que subo y bajo un par de veces al año)
PoetryPequeños poemas con aquellas emociones que tanto nos esmeramos en ocultar. Verdades incómodas Miedos ocultos Aquello que muchas callan