Banderillas de colores y serpentinas, anunciaban el inicio del festival de Mayo del real Colegio San Pablo
Caballeros relucientes, en traje rojo y sombrero oficial, formaban una cuadricula que se anteponía a la carroza del Espíritu de la flor, la cual era llenada por señoritas nacidas en mayo, pertenecientes a tan prestigioso colegio
Candy había decidido ir de ultima, sin saber que ese era el lugar que mas llamaba la atención entre todos los caballeros que habían sido invitados a tan magno evento
Peonias adornaban su cabello en un vestido amarillo como el sol, de mangas cortas y vaporosas, igual que su falda, que había sido acentuada con un cinturón blanco con sandalias del mismo tono. Una sombrilla de flores blancas y pulseras de cintasTres mucamas habían sido enviadas por el tío abuelo William, y un valet para su invitado
Albert, había escogido un terno abierto clásico en color habano, sombrero de copa en juego, gafas y un ramillete amarillo que hacia notar de quien era pareja
El desfile terminó con un almuerzo en los jardines, Por ser el Espíritu de la Flor, Candy presidió la mesa principal junto a su invitado
Todas las chicas miraban a Albert, no era un muchacho, era un hombre alto, refinado y muy elegante.En el tejado, Terry tenia una vista panorámica de todo el evento, mas no podía reconocer a Candy ni a Albert, no podía divisar el rostro de nadie, solamente la fiesta en todo su esplendor
Nadie subiría a ver a Elisa, así que el, tendría su propia fiesta privada, con su autoimpuesta futura esposa, todo el día... Y si le daba la gana, toda la noche también.
Pero primero iría por un tragoAnnie y Patty se disponían a ayudar a Candy, pero al entrar en su habitación la encontraron con dos doncellas que le ayudaban con la vestimenta más el arreglo personal detrás de unos biombos, y escucharon otras voces en el baño
—Candy... ¿Quién esta ahí?
—No te preocupes Annie, mi tío abuelo envió un valet para Albert, y lo esta ayudando con su traje
—¿Quién es Albert, Candy?—preguntó
—Oh cierto, no te he contado, Albert es mi príncipe de la colina
—¿Como? ¡El muchacho que viste en la colina de Pony! ¡El que perdió su broche!—dijo colocando las manos sobre sus labios intentando no gritar emocionada.
—Si Annie, lo encontré aquí en el centro de Londres, ya lo conocía de antes.
Patty quiso verlo por el ojo de la cerradura, a lo que el valet abrió la puerta y salió en ese momento
—¡Perdón Señorita! no sabia que estaba cerca de la puerta
—¡Oh no! yo recién me había acercado
El valet sonrió y dijo
—El señor ya esta listo ¿Pueden por favor ponerse de espaldas para que pueda salir?
—¿Yo también?—pregunto
—Si señorita Candy usted en especial
Las doncellas cerraron las cortinas y Albert salió sin ser visto. Cuando terminaron de arreglar las extensiones de Candy, le pusieron las pulseras y demás adornos, el disfraz de Hera, consistía en un vestido blanco sencillo pero tenia un cinturón ancho dorado, ceñido, zapatillas doradas y el los brazos pulseras que le llegaban al codo, una gargantilla dorada con piedras que daban la apariencia de diamantes muy grandes, las extensiones daban la apariencia de un cabello que llegaba casi al suelo con ondas muy grandes en dos tonos de oro. Por ultimo colocaron una tiara que la distinguía como la esposa de Zeus, el dios del rayo.Candy se miraba atónita, así no se veía el disfraz en la caja...
—¡Candy estas divina!
—Si Candy, ¡Vas a sobresalir entre todas!—Annie había escogido un disfraz de Duquesa y Patty de la reina de Egipto, pero el disfraz de Candy era realmente difícil de pasar desapercibido y eso lo sabría cierto ingles... se pusieron sus mascarasCandy fue escoltada por sus doncellas hasta la entrada del salón
Annie fue alcanzada por Archie que vestía el disfraz de Saar de Rusia, Patty se acerco a ellos en el mismo momento que Stair vestido de plebeyo, chocando de frente
—¡Perdón señorita!
—Oh no se preocupe, es que no veo bien sin mis anteojos
—Yo tampoco, pero permítame creo que cayeron por aquí...Cuando se agacharon se miraron de cerca...
—Sabes una cosa, se te ve hermosa sin anteojos
—Y a ti mas buen mozo que nunca...
—Me presento, soy Alistair pero puedes decirme Stair
—Yo soy patricia pero me dicen Patty
—¿Le gustaría bailar conmigo su majestad?
—Con todo el gusto encantador plebeyo.Albert sonrió al ver la escena, más cuando giro la cabeza... vio a la diosa mas hermosa que sus ojos habían visto, lentamente se acercó
—Sensual Candy, el vestido te hace ver sumamente sensual, sin mostrar un ápice de lo socialmente admitido.Candy entro al salón buscando a Albert, no lo encontraba, cuando escucho que le dijeron aquello...
Frente a ella se encontraba el dios del rayo, Zeus, con su flamante armadura ¡Como supo!—Me permite mi flamante esposa...
—Albert, ¡No digas eso me pones nerviosa!
—No mas de lo que yo estoy, ¡Estas alucinante con ese disfraz Candy¡
—¿Cómo me reconociste?
—¡Pues! ¡No hay nadie en el colegio que tenga tu cabello Candy!
Y así tan largo, ¡Te ves mas hermosa aun Candy!¡Albert!
—Lo siento, ¡me has impresionado Candy!
¡Oh!
—¿Sucede algo?
—¡Pensé que el traje era de metal!
—Jajajaja.. No podría ni caminar con algo tan pesado, peor bailar ¡Me permites!Se dirigieron a la pista y ahí se encontraron con los demás chicos
...
Terry, disfrazado de romeo, miraba estupefacto a Albert y a Candy
¡Hera!
¿Quien? ¿¡Quién la convirtió en eso?!
La miraba sin disimular de pies a cabeza, mientras Candy bailaba con Albert
¡No podía acercársele, era la prima!
El era un hombre comprometido y si hacia algún movimiento equivocado...
Sin duda
¡El duque lo enviaría a las mazmorras!¡Maldita Elisa, tu y tus chismes, esto te va a costar!
Tomo disimuladamente una botella en el área de adultos y se fue del salón, su frustración se la cobraría a alguien
Niel Reegan miraba a Candy y a Albert—
¿Quién será ese tipo?No esperaba bailar con ella, pero Albert no la soltaba ni la dejaba sola ni un segundo, cuando anunciaron la hora del cambio de salón, decidio esperarala por la entrada a su habitación
Pero, ¡Oh sorpresa!
Entro con dos doncellas, el tipo y uno que claramente era un valet
¡Tiene que ser alguien demasiado importante para tal permiso!
¡Eso solo se lo permiten a los Reyes, Duques, Condes y a sus familiares...Sentado en la rama de un árbol, Terry se terminaba su botella
¡Necesito mas!
Bajo del árbol y mientras caminaba hacia el salón, vio a Niel, que vigilaba el balcón del dormitorio de Candy
—¡Que haces aquí!
—¡Ah! yo, nadaTerry agarro a Niel de detrás del cuello...—¿¡Así que yo era el prometido de tu hermanita y la embarace!? ¿Quién te dijo eso? ¡Responde!
—Eso, ¡Eso lo dijo Luisa!
¿¡Luisa que!?
—No, no lo se, es la mejor amiga de mi hermana
—¿Y porque creíste eso? ¿Qué mas dijo?
—Que te encontró en la habitación de mi hermana¡Y tu lo regaste por todo el colegio!
—No, yo no fui, ¡Fue Luisa! a mi ya me llego por burlas...
—¿Sabes cuanto te costara el golpe que me diste Niel?Terry llevo a Niel hasta su automóvil, y manejo hasta su mansión, encerró a Niel, en una de las habitaciones conjuntas a la de los criados, una bastante apartada que se utilizaba para los trabajos sucios—
¡Ronald!
—Dígame Sir Grandchester—respondió.
—Hay un trabajo en el cuarto especial, ¡Encárgate! pero, que pueda presentarse a la boda de su hermanita, no importa si solo es psicológico, es mas, lo prefiero así
—Entendido Sir GrandchesterEntro a la bodega, metió dos botellas de Coñac en una bolsa.
¡Ahora, si vamos a festejar... mi, amor!
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¡Mi príncipe de la Colina!
FanfictionEsa noche inolvidable en Londres, cuando Candy se escapa para buscar medicinas para Terry y por el destino, se encuentra con Albert. Pero, al ver sus ojos, su cabello rubio y esa voz... ¡Tú eres mi príncipe! ¡Tú eres mi príncipe de la Colina! Esa no...