Capítulo 1

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Mi nombre es Támara, tenía 12 años cuando todo empezó. Vivíamos en un departamento mi madre, padrastro, hermano y dos hermanas, y teníamos dos perritos chihuahuas por mascotas. Mis abuelos vivían tan sólo a dos cuadras del departamento, en un viaje de trabajo, ellos nos encargaron la casa a nosotros, e íbamos a su casa todas las noches.
Un día por la mañana, mis padres nos llevaron a mi hermana Samantha y a mi al departamento por unas cosas, ellos nos esperaban en el coche y nosotras subimos al tercer piso, esa mañana tuvimos un pleito con nuestro padrastro. Al entrar al departamento e ir por la ropa que lavaríamos se escuchó un ruido en el cuarto de mis padres, Samantha se fijó y no vió nada, cuando pase por el pasillo para ir a nuestra recámara, la vibra del departamento iba cambiando, nuestra piel se puso de gallina y el viento empezó a soplar muy fuerte, a mitad del pasillo escuchamos un estruendo muy fuerte en la sala, Samantha y yo corrimos a ver que había sucedido. Al llegar a la sala nos dimos cuenta de que una botella de refresco había salido disparada desde la cocina, Sam y yo no le tomamos importancia, y solo acomodamos la botella. De nuevo nos dirigimos a nuestra recámara cuando por más ropa, y al momento de salir, la puerta se cerró justo frente a nuestros ojos, Sam empezó a llorar de miedo, pero le dije que no pasaba nada, que había sido el viento que azoto la puerta y se tranquilizó. Ella trató de abrir la puerta, pero la puerta no abría, perilla daba vuelta, más no abría, Sam, asustada y llorando me lo dijo, a lo cuál yo respondí con una risa burlona, ya que no creía en ese tipo de cosas. Traté de abrir la puerta pero... no abría empecé a preocuparme y los llantos de Sam me alteraban, tenía que haber una respuesta lógica a todo esto. Supuse que esto era una broma de nuestro padre, por la discusión que habíamos tenido y le dije "papá, abre la puerta por favor, queremos salir y Sam no deja de chillar" pero no se escuchaba nada me empecé a preocupar, y de la nada, se escuchó un golpe muy brusco a la puerta, ahí fue cuando comencé a tener miedo, le dije que a Sam que le gritara por la ventana a mi madre, para que le dijera a nuestro padre que nos dejara salir. Al ver por la ventana, vimos que mi madre estaba hablando con mi padre dentro del auto, Sam y yo con demasiado miedo comenzamos a gritar y llorar, pero, parecía que nadie nos escuchaba, por más que golpeábamos la puerta y gritábamos nadie nos escuchaba, sentía que mis gritos desgarraban mi garganta, mis lágrimas no dejaban de salir, y sentía como alguien me observaba. En ese momento recordé que mi abuelita siempre nos mencionaba que si en algún momento llegábamos a presenciar este tipo de cosas, que no mostráramos miedo, si no que mostráramos firmeza. De mi boca salieron las palabras "déjame salir, déjame abrir la puerta, ¿quién eres y qué quieres? No te tengo miedo, así que déjate ver" al terminar de decir esas palabras la puerta se abrió sin siquiera tocarla, Sam salió corriendo de la habitación y me dejó, antes de que ella saliera de la casa, vimos como mi padre iba subiendo y ambas corrimos a abrazarlo, mientras llorábamos, él dijo que fuéramos al carro, que en un momento nos alcanzaba, al subir al carro no tardó mucho en que mi padre entrará y mi madre nos regañó porque tardamos mucho, nosotras entre lágrimas le contamos lo que sucedió, pero ninguno de los dos nos creyó, -"cuánta imaginación tienen los niños de ahora"-  dijo mi madre. Y así fue como comenzó este tipo de acontecimientos...

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⏰ Last updated: Apr 30, 2021 ⏰

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