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La sensación de tacto fue la primera en irse; lo supo porque ya no sentía el peso ni las lágrimas de Thor sobre su cuerpo, sin embargo, aún podía ver la escena y oír el caos a su alrededor. 

Loki estaba muerto.

Thanos lo había matado y no habrían resurrecciones esta vez tal como lo prometió el titán, pero morir era algo diferente para cada ser en el universo, y entre todas las especies de éste, el morir era un ritual sagrado para los Jötuns.

La muerte era lenta en el alma, el cuerpo fallece como el de cualquier humano o asgardiano, pero su alma queda esporádicamente en el plano donde han dejado de existir. Loki, en este caso, se aferró a Thor, ¿o es que había sido al revés? La imagen de su hermano abrazando su inerte cuerpo le hizo plantearse esa idea por muy absurda que le pareciera. 

Ya no podía sentir el calor de su tonto hermano, pero sí podía oír como le rogaba por despertar, por escucharle decir que todo era una ilusión, una mentira, una travesura de esas que a Loki le gustaba jugar para torturar a Thor, pero esta vez no era ninguna de esas cosas. Todo era real. Él había muerto y ese breve instante deambulando entre la vida y la muerte era la despedida definitiva. 

—¡Tienes que levantarte! —exigía Thor lleno de coraje, pero el cuerpo debajo del rubio solo permanecía quieto, sin voluntad alguna ni la tan conocida malicia siempre encarnada en los ahora pálidos labios del dios de las mentiras. — La nave va a explotar. Tenemos que irnos. 

—No, Thor, tú tienes que irte. Tú solo. — dijo Loki de pie frente a su hermano que no podía oírlo ni verlo. Era inútil decirle eso pero aún así lo hacía —¡Vete! —gritó esta vez pero el resultado fue el mismo.

—¡Hermano! —repitió Thor y su voz rota se oyó a pesar de la explosión en la parte trasera de la nave que indicaba solo una irremediable cosa: el tiempo estaba acabándose —Loki, por favor. No me dejes. 

A Loki le dolió el pecho y maldijo su suerte por tener que contemplar la escena después de su muerte; hubiera preferido morir y que todo acabara allí, en un oscuro y frío punto sin retorno. Incluso hubiera sido preferible sencillamente dejar de existir como las palabras dichas al silencio y a la soledad. Era aquello una especie de castigo, el tener que ver a quien se queda luego de una partida sin retorno. 

Jamás fue el mejor de los hermanos, y la última batalla contra Hela le había demostrado que quizá Thor le quería más de lo suponía. Se oprimió la ropa sobre el pecho y sintió como su alma comenzaba a desaparecer ante el descubrimiento de jamás tendría, en esta o ninguna otra vida, un hermano tan bueno como se lo merecía. Pensó también, a modo de protección que quizá Thor lo amaba como lo hacía porque no tenía la opción de amar a otro. Eso también le hacía doler el corazón pero no tanto como la primera de las opciones: él había sido un pésimo hermano. Thor lo sabía, lo había dicho y ahora Loki también lo creía. 

Lo miró tomarle la mano y luego levantarlo del cuello para abrazarlo y gritar su nombre una vez más. Era el grito desgarrador de alguien que todo lo ha perdido…de alguien a quien le han arrebatado el corazón y dejado vivo solo por un cruel capricho del destino. 

—No tú —sollozó el rey sin soltar el cuerpo de Loki quién, por un segundo pareció ser capaz de sentir el ardor naciente de su rey. — No tú. 

—Así son las cosas, hermano. — contestó y puso una rodilla en el suelo para poder ver de cerca una última vez a su tonto, tonto, hermano. —Lamento mucho haberte fallado tantas veces, lamento no haber sido capaz de protegerte como tú siempre lo hiciste conmigo y lamento aún más que se nos acabaran las oportunidades. No pensé que fuera tan pronto…creí tener un par de milenios más. 

Al fondo de la nave otra explosión rugió, Thor no se inmutó ni siquiera cuando escupió un poco de sangre mientras seguía aferrado al cadáver de Loki. Le dolía el cuerpo entero por la golpiza que había recibido pero eso no le importaba, esa clase de dolor sabía que un día se iría, pero lo que jamás se iría sería el sentimiento de perder a su hermano. De eso no había vuelta a atrás ni reinicio. 

—¡Voy a vengarte, Loki. Te juro que lo haré!

—Necesitas estar vivo para eso —le regañó el menor extendiendo su mano que ya parecía apenas la sombra de una tarde en su punto más bajo, tocó el rostro sucio de Thor y sonrió. —Tal vez no nos volvamos a encontrar, pero sé que serás un buen rey. No mejor de lo que yo pude haber sido, —Loki rio y luego suspiró —. Es ahora o nunca. 

Le propinó un beso en la frente, uno muy largo y suave, depositó en ese beso todo lo que jamás le dijo y que aún en la muerte, no se atrevía. 

Definitivamente todo eso parecía un castigo por todas las travesuras que cometió, las mentiras que dijo y las verdades que ocultó, eso debía ser, esa breve existencia entre el estar o no, era en definitiva, su castigo. 

—Adiós, hermano —susurró muy cerca del oído de Thor y éste, por un solo segundo creyó oír la voz de su hermano. Levantó la vista sólo para confirmar que no había nada ni nadie y que Loki seguía inmóvil entre sus brazos. 

Una tercera y más fuerte explosión sacudió la nave. 

Era tiempo. 

—Te amo. —soltó Thor acariciando la mejilla de Loki. Siempre te amé. —se confesó ante lo que sostenía fervientemente como un tesoro y al igual que el menor segundos antes, le dio un beso en la frente que Loki, en su plano casi astral, pudo sentir. Se tocó la frente y sintió el calor de los labios de su hermano depositando su adiós. —Te veré en otra vida y te juro, amor mío, qué haré brillar el sol sobre nosotros. 





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⏰ Última actualización: Apr 30, 2021 ⏰

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