El mal en este mundo parece ser de nuestro agrado. En nuestra conciencia coloreamos la maldad y la hipocresía a nuestro antojo; maltratamos y desechamos los sentimientos y las penas de las demás personas por dinero, fama, falsos amores, cobardía, porque si y porque no.
Unos dicen que se acostumbran a soportar la maldad de los malos y miserables que hieren pero, nadie se acostumbra al dolor, nadie se acostumbra a ser pisoteado, traicionado y desechado por más que intenten aceptarlo y demostrarlo con una sonrisa en el rostro.
Nadie se acostumbra al engaño
Nadie se acostumbra al desprecio
Nadie se acostumbra a la indiferencia de nuestros padres.
Nadie se acostumbra a escuchar un "tu no necesitas a nadie" cuando en realidad necesitamos sentir el calor de estar en los brazos de un padre, una madre, un abuelo, una abuela, un hermano, una hermano, un amigo o de incluso un desconocido
Nadie se acostumbra a vivir sabiendo que a alguien que nos importe, le importa poco nuestra existenciaY por eso te digo que: nadie se acostumbra al dolor.
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Sáname
Poetry¿Alguna vez te sentiste tan herido que le suplicaste a cualquier persona que te sane?