El Secreto de los Dioses

Capítulo 1. Un Amigo Fiel Viene A Mi Rescate

Pov. Jason:

Han pasado cinco meses después de la guerra contra Gaia, sin ninguna señal de Leo, aunque Nico me haya confirmado que había muerto, yo y los demás teníamos la esperanza de que volviera. Pero teníamos que ser pacientes y seguir una vida en el mundo de los mortales, ya que con esto de las guerras, estamos atrasados con los estudios. Lo único bueno de ir a un instituto en California es que voy con Piper, mi novia, sin importar que no tenga tantas clases con ella, aprovecho cada momento en el estamos juntos.

Ya faltaba poco para dar paso a las vacaciones de inverno, todos los estudiantes hacían lo posible para pasar los exámenes y pasar tranquilamente esas pequeñas vacaciones con su familia, pero a veces un semidiós no siempre tiene la misma suerte.

En estos cincos meses, los dioses se han estado comportado más raros, según los chicos, algunos de sus padres divinos han ido al campamento mestizo a acompañar a sus hijos en el desayuno, almuerzo, incluso en la cena, yo diría que han dejado un poco de lado el orgullo (solo un poco) pero algunos, bueno Nico dijo que ellos parecían tensos y nerviosos, algo que los dioses no muestran siempre. Aunque sus hijos semidioses intentaban sacarles un poco de información a sus padres, ellos desviaban el tema o simplemente se hacían los locos fingiendo no escucharlo (algo que si se les da muy bien).

Además de eso, los monstruos sean estado colando en las escuelas para matar semidioses, pero ha habido casos en que no eran los monstruos que comúnmente un semidiós se topa, como una empousa, una dracaena, un lestrigón, y en el peor de los casos una manticora. Pero, para aquellos semidioses ese encuentro le dio un boleto directo a un hospital, sus heridas se tornaban moradas o negras, y que para acabar de empeorar la cosa, el néctar no hacía efecto más bien deterioraba la salud de la víctima aumentando el color de las heridas moradas, y las negras hacen se abran de nuevo las heridas, algo que obviamente nos iba a alarmar y nos han aconsejado que vayamos con mucho, pero mucho cuidado. Muchos han tenido suerte de no haberse encontrado con uno de esos monstruos, pero yo no tuve tanta suerte que digamos o tal vez ¿sí?

Había pasado desapercibido de los monstruos desde que llegue, algo que no me tranquilizaba del todo, pues no es muy normal, considerando que el camino de un semidiós es peligroso, sin embargo, seguí mi rutina escolar, claro, a veces buscaba indicios de que haya un monstruo entre los mortales, pero no tenía suerte, aunque después de varias mese vino un profesor nuevo de historia, Adrik, no se pasó con el anterior, algunos dicen que tenía problemas de salud, ese momento no me importaba mucho, desde que ese profesor llegó a la instituto, sentí inmediatamente un aura oscura y además de eso me daba mala espina, era un hombre mayor, alto, casi dos metros, rondando los 30, alto, piel morena, pelo castaño rapado, sus ojos eran negros, siempre iba con una franela de botones blanca, pantalones negros y zapatos negros.

No era lo único raro que tenía, parecía interesado en mí, y de Piper, pero especialmente en mí, él trata de hacerme fallar, no hacía trampa, no iba a darle el gusto, siempre pasaba sus retos, y es hacia que se interesara más y más, incluso con Piper, y ella lo ha notado, entonces decidimos ponerle un ojo encima.

Estaba en el laboratorio de química, intentando prestar atención, porque el THDA no me estaba ayudando mucho, faltaba unas cuantas horas para terminar e irme al campamento mestizo, pero tenía sospechas sobre el profesor de historia, ningún mortal un aura oscura como la que el profesor emanaba, entonces tenía que ser un monstruo disfrazado. Sonó el timbre que anunciaba la hora del almuerzo, eso fue lo que me sacó de mis pensamientos, decidí ir rápido a reencontrarme con Pipes, si el profesor es monstruo, tenemos que descubrir como matarlo y rápido. Llegue a la cafetería, empecé a buscar con la mirada a mi novia.

Un grupo de chicas me vieron, la chica que iba a la cabeza me dedico una sonrisa que no me gustaba, me molestaba con que no tenía novia, aunque haya demostrado que sí, ella siempre decía que le paga para que fingiera que es mi novia o que ella no era suficiente para satisfacerme, pero se equivoca, yo amo a Pipes, y siempre la amare, sin importar los obstáculos. Lo mejor fue perderlas de vista, y por suerte me encontré a Piper sentada en una mesa, ella al verme le brilló sus ojos caleidoscopios y me dedico una sonrisa, me senté a su lado y le di un pequeño beso.