8 meses atrás.
❤
- emi hay que ir al cine, ¿recuerdas que cuando vivíamos en la vencida nos gustaba ir?- dije muy emocionado - hace mucho que no salimos ni por unos tacos
- yo no estoy para esas estupideces Joaquín - respondió con ese tono frío al que aún me costaba aceptar - tengo una videoconferencia importante en el estudio, no estorbe - se puso de pie y se marchó
- Ni siquiera se terminó la comida que le preparé - susurre
Me quedé sentado en aquel gran mesa, de aquel gran comder, de aquella gran casa.
No voy a negar que vivo bien, que nunca me a echo falta nada material, pero si me a echo falta su amor, su atención, su humildad, me hace falta el Emilio que era antes.Hace poco más de 2 años nos mudamos a esta casa, cuando llegué ya todo estaba amueblado.
Había pisos de madera por toda la casa a excepción de baños, la cocina y lavandería. Habían sofás muy bonitos en color crema, el comedor y los demás muebles eran de madera, estaban barnizados de un color blanco, la cocina está muy bien equipada, la usaba muy poco por que Emilio había contratado a una señora ayudante y sumando el trabajo, aún que aveces la usaba para cocinarle algo a Emilio o a mis padres cuando venían, y si, digo venían por que hace 1 años mi papito murió de un infarto y mamá se hizo cargo del pequeño restaurante que tenían, yo le e dicho muchas veces que dejara de trabajar, que con lo que yo ganaba en el trabajo y lo que Emilio me daba la podía mantener, pero mi mamá es una testaruda y se negó por completo diciéndome que mientras ella pueda trabajar, lo ara. También le hacia dicho que se viniera a vivir conmigo y de igual modo se negó, dijo que ella no vendría a invadir mi hogar, si tan solo supiera que esto nunca a sido un hogar.
Pero de igual formar, yo la ayudaba, no le daba el dinero por que sabia que no lo tomaría, simplemente le llevaba la despensa y le pagaba la renta al señor casero, por que si, mi mamá seguía viviendo en aquella vecindad donde crecí.Me levante del gran coner para recoger los platos y guardar la comida sobrante para llevársela a Sebastián, un niño que había conocido hace algunos meses cuando compre unas flores en un puesto de la calle.
Era un niño de poco más de 12 años, trabajaba a una calle de donde yo trabajo, me contó que antes su madre era la que atendía el pequeño puesto de flores pero lamentablemente lo dejo por que le dio leucemia, lo cual le impidió seguir trabajando, así que él se quedó a cargo del puesto, pues no lo podían cerrar por que no había otra fuente de ingreso, y aún que solo eran él y su mamá, las medicinas de su mamá eran algo caras.
Después de aver colocado la comida en unos recipientes hagarre mis cosas y salí para pasar a dejar la comida y volver a mi trabajo ya que me había quedado algunos pendientes.
-hola Sebas -lo saludé-¿cómo has estado?
- hola joven Joaquín, bien la chamba a estado un poco baja pero pues no me aguito, tal vez más al rato caiga algo, ya ve que en las tardes son las horas de los enamorados
- que cosas dices Sebas, pero mira, cambia de tema te trate esto - le extendí los recipientes con comida - yo la prepare, te trague suficiente para que también le lleves un poco a tu mami Ana
- ijoles joven Joaquín, pues mucha gracias - dijo mientras tomada los recipientes- si usted lo hizo de seguro le salió requetebuena
- bueno Sebas, me tengo que ir por que se me esta haciendo tarde para el trabajo
- hasta luego joven Joaquín - estaba por darme la vuelta cuando me hablo - joven Joaquín, tomé - me extendió un girasol
-Sebas, muchas gracias, llevaba mucho tiempo que nadie me regalara un flor