En cuatro realidades, un mago, una banda, un dios, viajero del tiempo y un héroe... Comparten el dolor de perder a su alma gemela.
Seguir adelante sin ella fue difícil, hasta que un día, todos el mismo día... Empezaron a escuchar nuevamente aquella...
Una realidad diferente, dónde quién creía que la magia era infantil, dónde imaginar cambiar de realidad significaba locura, un día común y corriente, una joven cuya mirada se encontraba en una libreta, escribía concentrada cada palabra que pasaba por su mente mientras juntaba sus ideas.
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En su mano posaba una pluma, con un diseño particular, en la parte superior se encontraba un cristal transparente que mostraba algo parecido a una lámpara de agua, pero esta era de brillantina morada con plata y la parte inferior un efecto tornasol, reflejaban los colores morado y verde.
Las ideas brotaban sin dificultad hasta que un dolor punzante en su pecho se hizo presente, soltando un quejido, dejó de escribir para llevar su mano a su pecho, como si eso fuese a saciar el dolor.
— ¿Estás bien? — Preguntó una joven a través de una pantalla.
— Si, si, sólo ese dolor de nuevo — Respondió ya con el dolor calmado.
— Ya es la cuarta vez esta semana, ¿no le haz comentado a tus padres? —
— Tranquila Cata, sabes que solo es momentáneo y si, pero me dicen que es por la postura en la que me siento y cosas así — Respondió con tranquilidad.
— Bueno por lo menos no te dicen que es porque estás todo el día en el celular — Comentó, riendo al final.
— Creo que están tentados a decirme eso — Río con ella.
— Pero bueno, me tengo que ir voy a salir con Christopher — Comentó en un suspiro.
—Wey... Ya dile que se deje hacerse del rogar y que ya te pida ser su novia, que no chingue llevan saliendo ¿Qué... 1 año? — Regaño con diversión.
— Tranquila, vamos lento, pero si ya quiero que me pida ser su novia— Confesó su amiga
— ¿Lento? Lento mi Internet cuando quiero subir la tarea — Dijo en una carcajada — Pero bueno, me lo saludas, que se diviertan — Se despidió con su mano, antes de cortar la videollamada
— Nos vemos Ale — Colgó.
La joven después de despedirse de su amiga, se intentó parar pero al hacerlo, ese dolor regresó a su pecho pero este era con mayor intensidad, era tanto el dolor que cayó sobre sus rodillas sosteniéndose con una mano contra el suelo mientras que su mano libre la apretaba contra su pecho.
La libreta y la pluma cayeron al suelo escuchado un pequeño estruendo ante la caída de los objetos.
Una serie de imágenes aparecían en su cabeza, pasaban con rapidez y un sonido agudo resonó en su cabeza. Poco a poco la tranquilidad regresó, el dolor estaba disminuyendo, como pudo se levantó para ahora sentarse en su cama, respirando de manera lenta.
En eso, el sonido de un coche invadió su pensar, sus padres y hermanos habían llegado, corrió al baño, mojando sus manos con agua fría para relajarse, se escucho la puerta abrirse y unas voces llegaron con esta, se seco la cara con una toalla y suspiro, salió y fue a recibir a su familia.
