Cap. 2

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Un castillo en ruinas, una casa destruida, unos instrumentos polvorientos, una mascara rasgada y sucia, un casco partido en dos, una mano huesuda llena de tatuajes, diferentes frascos con diferentes nombres, personas llorando, varitas, poderes, fantasmas, guerras... Esas imágenes llenaron el sueño de Alexia, quien se encontraba abrazando sus rodillas aún con los audífonos puestos, reaccionó con rapidez, ese sueño le causo terror, lo sentía tan real, parecía que diferentes voces la llamaban, le pedían parar, otros le suplicaban regresar, otros le decían que la extrañaban ¿Cómo extrañar a alguien que nunca conocieron? 

Varias preguntas pasaban por su mente y en una pequeña descarga una idea fluyo por su mente, busco en su mochila su libreta de repuesto y un lapicero, en la primera hoja en blanco que encontró escribió la idea que en su mente aún estaba presente.

— Buscando a alguien que no conoces — Escribió, sabía que sus padres estarían furiosos con ella por salir así de casa pero, necesitaba volver, tenía que liberar la gran idea que tenía, entonces decidida a irse su celular empezó a sonar, alguien la llamaba, en un principio creyó que era uno de sus hermanos o uno de sus padres, así que al principio lo ignoró, de reojo vio en su pantalla una foto de ella junto a otra chica, ambas estaban abrazadas, reaccionó y en un segundo contestó la llamada.

— ¿Qué pasó? — Preguntó casi en forma de regaño una voz femenina atreves del celular.

— ¿Cómo sabes que paso algo? — No mentía, su amiga la conocía como a la palma de su mano, pero estaba casi segura que no compartían telepatía, pero empezó a creer que esa locura era posible.

— Porque te conozco mejor que tu misma — Dijo con un tono obvio — Y porque Armando me contó todo — Confesó, provocando un bufido por parte de Alexia.

— ¿Sabes? Una ya no puede tener crisis existenciales en paz, porque su hermano en un abrir y cerrar de ojos le llama a su mejor amiga para contarle todo y para acabarla de rematar, su mejor amiga y su hermano son novios — Dijo divertida.

— Oh, vamos adoras tenerme de cuñada — 

— Yo nunca dije lo contrario — Rió — Pero si es molesto —

— Pues te aguantas, ahora... ¿Vas a decirme lo que paso? —

La sonrisa que su amiga había logrado sacar se esfumo, su rostro volvió a una expresión sería y sin sentimientos, camino a paso lento, quería llegar a casa pero antes, quería hablar con una amiga.

— Pues ya sabes... la hija de los grandes cirujanos, siendo nuevamente la oveja negra — Suspiró — Les solté la bomba de lo que quería estudiar.

— Uy... Ahora tiene sentido, lo que me dijo Armando de que tiraste tu libreta y sobre eso... ¡¿CÓMO POR QUÉ LA TIRASTE?! — Gritó, causando que Alexia alejara el celular lejos de su oreja para no quedar sorda — ¿Y por lo menos le dijiste sobre Julliard o de la NYU? — Pregunto ya más calmada pero aun así con un tono de preocupación.

— Todavía no me aceptan y no... No lo saben, se los iba a comentar pero después de que dije "Quiero estudiar actuación" No me escucharon más — 

— ¿Y qué piensas hacer... ya sabes si te aceptan en una de las dos? —

— Mis padres son capaces de encadenarme a los barrotes de la cama, solo para evitar que yo asista a una universidad de Arte Dramático o a una universidad donde ofrezcan este programa — Caminaba mientras miraba sus pies y nuevamente sucedió.

Ese dolor que con anterioridad  la había atormentado regresó y junto a este nuevamente tuvo una serie de visiones, una era ver como un rayo impactaba en su pecho causando un dolor que nunca había imaginado que existiera, seguida de está vio a su alrededor a muchas personas quienes la veían con susto, frente a ella apareció una capa de humo negro limitando su vista, al recuperar la visión, todo había cambiado ahora, estaba por los aires y atravesó un portal dejando ver a un hombre cuya mirada haría temblar a cualquier persona, miro hacia atrás y ahora era una nueva visión, se encontraba en una camilla frente a ella había tres camillas más, había luces, ambulancias todo era muy confuso.

Buscando a mi Alma GemelaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora