nineteen

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"cuando nos venimos abajo,
volvemos otra vez,
porque nunca pasamos de moda"

__________

Tomás

Me encontraba en el baño del caro restaurante al cual había traído a Kamille; estaba buscando en google cómo tendría que arrodillarme para proponerle matrimonio, sí, así es... me encontraba a minutos de pedirle matrimonio y apenas me entró la duda de cómo mierda Yeni que arrodillarme.

Era la onceava vez que me veía arrodillado frente al gran espejo del baño, joder, qué guapo me veo hoy.

"¿Ya vienes?, se enfría mi pasta :p"

Un mensaje de Kamille, okay, creo que es el momento de hacerlo. Me dirigí hacia el lavabo y remojé un poco mis manos, para seguido de ello salir del baño y encontrarme con Kamille, mi perfecta novia; y si tengo más suerte, mi futura esposa.

— Hola. — dije sentándome en frente de ella.

— Hola. — sonrió, Dios mío, mi corazón latía tan rápido que no sabía si era por mis nervios o por lo enamorado que estoy de ella. — Gracias por reservar todo esto para nosotros, la vista es hermosa. — Dijo viendo hacia la gran vista.

— Aún teniendo todo esto lo único que puedo apreciar Sos vos. — Pude notar cómo se sonrojó, me encantaba saber que a pesar de todo, soy el único que puede provocarlo.

— Cállate. — dijo riendo. — ¿Por qué venimos acá?

— Bueno, ya que lo dices.. — suspiré, ella me veía atenta, es ahora o nunca. — Estoy agradecido de estar ahora con vos, me hace feliz saber que finalmente estamos funcionando. Pase lo que pase, sé que siempre regresaré a vos, porque Sos la única persona que me complementa, no hay nadie que me conozca como vos, nadie me hará sentir todo lo que me haces sentir Kamille, te amo. Y cómo te lo dije una vez, justo hace un año, viviría por vos porque morir es re fácil. — Tomé el valor de tomar su mano, sonreí al sentir aquella electricidad que sólo ella provocaba y me enamoré una vez más al verme reflejado en sus ojos. — Haría hasta lo imposible por vos, te adoro, me encanta cada parte de vos, físicamente eres una diosa y estoy tan agradecido de tener la bendición de conocerte como nadie más lo a echo. Kamille, te amo tanto que estoy dispuesto a recordártelo lo que me resta de vida, y si me es posible, en todas las que existan, así que... — saqué la pequeña caja de terciopelo de mis jeans, pude notar los ojos de Kamille llenarse de lágrimas, este momento me parecía muy irreal. Finalmente me arrodillé en frente de ella tal como lo vi en google. — ¿Te gustaría casarte conmigo? — ella como respuesta, se acercó a mi y me besó, los nervios que hace unos segundos invadían mi cuerpo, desaparecieron por completo y al fin, sentí la tranquilidad invadir mi cuerpo. — ¿Eso es un si? — pregunté una vez que el beso terminó, ella carcajeó.

— Claro que si, idiota. — Ambos reímos y nuevamente nos fundimos en un beso, el cual era diferente a todos, pues ahora marcaba el inicio de una nueva historia para ambos.

 𝐜𝐚𝐧𝐜𝐞𝐥𝐥𝐞𝐝 | 𝑠𝑑𝑔𝑓 𝟤 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora