· · ⸙ · · Red thread ─ Hilo rojo. [02]
赤い糸.
Wonwoo se había quedado con la palabra en la boca y con los nervios a flor de piel después de la confesión que había tenido por parte de Ahreum, por un momento no...
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Frustrante, esa era la palabra que definía totalmente la forma en la que me sentía cada vez que leía una carta o cuando indirectamente me encontrar pensado en cierta pelinegra de brillantes ojos.
Tratar de adivinar quién era la persona que me enviaba las cartas me agotaba la mente más que cualquier otra tarea que pudiese tener en el día, pero lo que más me frustraba era que esa persona sabía que la estaba buscando y aún así no mostraba su rostro. No quería que se posara delante de mí porque me había enamorado de ella, esas cosas sucedían en los libros de romance juvenil nada más, pero si quería verle porque me intrigaba quien era la persona que pensaba de esa forma sobre mi y que me tenía en un alto estima sin haber conversado antes -si es que no lo habíamos hecho ya-, pero fuera de ello, solo quería conocerle y, sin poder evitarlo, rechazarle de la forma más sutil.
No quería herir los sentimientos de nadie.
Ahora, sentando en la silla acolchada con el salón vacío porque las clases aún no comenzaban me encontraba leyendo el papel que recientemente había encontrado encima de la madera clara del escritorio, con mis dientes mordisqueando la punta de me dedo índice y el pie tamborileando el suelo de granito a un ritmo que no podía atribuirle a ninguna canción.
❝Y bueno, en muchas ocasiones me obligué a dejar de verte en sentido romántico y comenzar a pensar en ti como solamente mi profesor.
Tengo que resaltar que aquello se fue al caño, directamente.❞
Joder, claro que entendía ese sentimiento.
Casi siempre y justo en estos momentos mi mente estaba luchando por hacerme entender -a los golpes porque a lógica se había rendido ya- que Ahreum solo podía ser vista por mi como una estudiante a quien debía enseñarle lo básico de mi materia, mientras que mi corazón me estaba gritando a toda hora que solo la tomara del cuello y la besara como nunca antes había besado a nadie. Había una lucha constante en mi cabeza entre lo que estaba bien y lo que estaba mal, y realmente no sabía bien que carajos debía elegir.
Porque podía admirarla de lejos todos los días, con las manos picando porque deseaba abrazarla o podía solamente ir y tratar de hacer algo al respecto con lo que sentía en el pecho, arriesgándome a perder.
¿Qué podía hacer específicamente? Cualquiera de las dos opciones eran una porquería, no quería verla solamente de lejos, pero tampoco podía correr a sus brazos porque el dinero que me daba el trabajo realmente era necesario en mi vida.
Estaba jodido en ambas formas.
- ¿Profesor Jeon? -llamaron a la puerta haciéndome salir de mi ensoñación.
- ¿Sí? -metí la carta bajo el escrito girando el rostro hasta donde estaba la voz- Señorita Go...
¿Tan fuertes habían sido mis pensamientos que la había llamado?
- Quería aclarar una dudas que tengo con respecto al último trabajo de investigación que nos dejó. -mencionó adentrándose al aula, miré discretamente el reloj en mi muñeca viendo que solo faltaban unos minutos para que la clase comenzara- ¿Tiene tiempo?
Para ella tenía todo el tiempo del mundo y me seguía sobrando.
- Claro, cuénteme. -asentí acomodándome en la silla, ella se acercó quedando frente al escritorio- ¿Algún problema con el material?
- No realmente, lo que pasa es que no sé si el libro que he escogido para el ensayo es correcto. -voceó mordiendo un poco su labio inferior- Digo, los temas que menciona y todo eso, no estoy segura si va a ser de su agrado. Entonces, antes de arriesgarme y errar, prefiero asegurarme que todo está bien.
Respondí, todo lo que preguntó lo respondí con el mayor profesionalismo posible mientras que mi mente estaba hecha un revoltijo y por dentro, el otro yo que estaba locamente perdido por la chica frente a mi, daba saltos que estaba seguro podrían llegar al techo si se lo proponía. Y era qué lucía verdadera hermosa este día; su cabello estaba suelto detrás de su espalda cayendo como cascada, la sudadera negra junto con el abrigo y los pantalones que traía se le veían más que bien, sus labios rosas y la forma sutil en la que tenía maquillados sus ojos me tenía suspirando internamente.
No me quedaban dudas de que Go Ahreum era una chica preciosa y sin dudas me había atrapado de una manera que no podía explicar, no había convivido más allá que simples conversaciones sobre las clases, pero aún así me había flechado en seis meses que tenía viéndole.
- El ensayo se supone es sobre tu libro favorito, indiferentemente que sea de un autor antiguo o de uno reciente, que sea de amor o de asesinato. -le respondí sonriéndole a medias- Lo importante es que sea tu favorito y que cumplas con los criterios que antes mencioné.
- Vale, pero luego no se espante porque me gusta leer cosas turbias. -señaló bromeando, una sonrisa surcó por sus labios al tiempo que hacía una reverencia- Gracias profesor Jeon.
- No hay de que, Ahreum. -asentí justo cuando los demás comenzaron a entrar al aula y ella se alejó de camino a su asiento.
Me di el chance de suspirar metiendo el sobre lila en mi bolso bajo el escrito.
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