DESPUÉS DEL CAOS [Chloenette]

CAPÍTULO I: MISIÓN COMPLICADA

POV MARINETTE

¿Alguna vez has sentido que todo es una pesadilla de la que nunca vas a despertar?, no te preocupes, comparto el sentimiento. Solo han transcurrido tres años desde que me convertí en guardiana de los Miraculous, con ello, las responsabilidades aumentaron sin previo aviso y volvieron mi vida realmente caótica. Ser Ladybug ya no es un juego de niños, es un trabajo, una prioridad.

Hawk Moth ha logrado perfeccionar sus ataques y está llevando la pelea al límite, los Akumas y Amoks son mucho más despiadados. No obstante, el dúo LadyNoir también mejoró la ofensiva, pues ya somos capaces de usar nuestros poderes durante tiempo ilimitado.

Debido al riesgo que representa, ya no puedo contar con otros portadores de Miraculous, pues el bienestar de mis amigos se vería comprometido; jamás pondría en peligro a las personas que amo. Mi único fiel aliado en este caos es Chat Noir, no puedo imaginar ser Ladybug sin él.

La relación con el joven felino se aligeró cuando él consiguió borrar sus sentimientos por mí, desde entonces, tenemos una amistad sincera y sabemos más el uno del otro sin conocer nuestras identidades. Ambos somos conscientes de lo arriesgado que es quitarnos las máscaras, primero necesitamos vencer al villano parisino y después ya veremos.

Es un hecho que el alter ego de heroína es problemático, pero la rutina como Marinette también lo es; definitivamente no soy una chica normal, con una vida normal. Se supone que debería estar disfrutando mi último año de Lycée (Bachillerato), al mismo tiempo que, me preparo para ser la diseñadora de modas que siempre soñé, pero nada está resultando como yo quisiera.

Aunque parezca difícil de creer, mi situación amorosa ya no causa estragos, estar soltera por un largo tiempo ha sido sanador. Mi única y última relación fue decisiva para madurar y dejar de ser una maniática en el amor; tristemente, no tuve un final feliz a lado de Luka, los secretos y mis sentimientos confusos fracturaron nuestra relación y solo nos quedó un lindo recuerdo aunado a una amistad sin rencores. En estos momentos críticos, el romance no es una prioridad, necesito concentrarme en restaurar la paz en París, es la misión que me encomendó el Maestro Fu antes de perder la memoria, no voy a fallar, haré lo que sea para lograrlo, lo que sea.

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— ¡Marinette, se hace tarde! — resuena desde la sala.

— Marinette — susurra Tikki.

Las malas costumbres son algo que no se pierde con facilidad y llegar tarde es uno de mis peores hábitos. Pasados unos segundos, me siento de golpe y ejecuto rápidamente mi rutina de aseo personal, ya estoy acostumbrada a trabajar bajo presión, así que puedo lidiar con esto.

— Listo, ahora bajemos con mamá — le digo a mi kwami una vez lista.

Llego a la cocina con suma tranquilidad, el cansancio acumulado está pesándome.

— Anda, hija. Es tu último año, lo que menos quiero es que lo pierdas — mi madre sirve el desayuno con bastante habilidad y velocidad.

— No te preocupes. No lo haré — beso su frente para tranquilizarla y tomo asiento.

— Hablo en serio, cariño. Me preocupas demasiado desde la cita con tu director — dice angustiada.

Es innegable que tengo un asqueroso desempeño escolar: desaparezco de la escuela, llego tarde, duermo descaradamente en clases y entrego pocas tareas. El Señor Damocles tuvo la brillante idea de comentar la situación con mis padres y ahora temen por mi futuro, mientras que yo no sé cómo seguir ocultándoles la verdad.