Sexo Nada Más

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Besos repartidos por toda la bella cara de una linda castaña, besos que eran repartidos con demasiado amor por una rubia y que estaban cargados con demasiado sentimiento.

Lisa, besaba sin desesperación alguna los labios carnosos y rojizos por el labial de la castaña que quizás a estas alturas ya se encontraba corrido por los labios y barbilla de ambas mujeres.

Pues simplemente Lisa quería disfrutar del momento de tener así de aquella forma a la mujer de su vida, momentos que no eran muy frecuentes, lo que le ponía triste a Lisa.

Ambas mujeres estaban tumbadas en medio de una grande y cómoda cama. La castaña tenía sus piernas alrededor de la cintura de Lisa mientras ésta besaba su cuello y daba movimientos de caderas lentos, haciendo que sus sexos se frotarán aún sobre su ropa, además de lograr que pequeños y poco silenciosos gemidos soltaran ambas.

- Vamos Lili, deja los juegos previos y vamos a lo que es más emocionante - Con la respiración acelerada la castaña había dicho. Sus ojos los mantenía cerrados mientras apretaba más a Lisa sobre su cuerpo que ardía de extasis.

- Pero Nini esto es parte de hacerte el
amor. Quiero que disfrutes cada segundo que te demuestro mi amor - Lisa se había apartado de su cuello y la vio a los ojos que los había abierto cuando sintió la falta de calor que desprendía el cuerpo de su rubia. Pero Lisa, percatándose del gesto de la castaña que conocía muy bien, le hizo caso porque no quería disgustarla llevándole la contraria. Retirándose de su cálido cuerpo, la rubia comenzó a desprenderse de su playera color blanca junto a su top deportivo dejando a la vista su abdomen y pechos los cuales estaban más que erectos.

- No me veas así que me avergüenzo - Dijo tratando de cubrirse su cara teñida de un color carmesí. La castaña se acercó a ella tomándola de las mejillas y dijo:

- Ya lo hemos hecho muchas veces Lili, no tienes porque avergonzarte si ya conozco cada rincón de tu cuerpo, el cual está marcado con mis besos y caricias - Después llevó sus labios a los de la rubia, para fundirse en un beso hambriento y lleno de deseo.

Jennie con sus manos traviesas desabrochó el pantalón de la rubia para bajarlo por completo junto a sus bóxers amarillos. Quedando completamente desnuda delante de ella y a pesar de muchas veces haberla visto en aquel estado, siempre se repetía que nunca tendría suficiente de ella, amaba verla así.

Con la vista de ambas conectada, la castaña se bajando lentamente al suelo hasta que sus rodillas lo tocaron.

Con su mano derecha tomó el firme tronco erecto y venoso de su acompañante logrando así, que Lisa soltara un gemido pequeño y echara su cabeza para atrás.

La castaña al ver esa reacción sonrió con algo de picardía reflejada en su bello rostro.

Comenzó pasando su lengua por la punzante y rojiza glande de su rubia, mientras una de sus manos subía y bajaba por el pedazo de carne erecta.

Lisa se sentía en el cielo con esas caricias que la castaña le regala muy seguido, porque aunque era muy frecuente estar en aquella situación con Jennie, Lisa sentía que cada vez era diferente la sensación.

La castaña comenzó a subir y bajar su cabeza metiendo todo el miembro de la rubia en su boca manteniéndolo unos segundos dentro de ella, lo que le provocaba arcadas.

One Shots  (Jenlisa G!p)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora