Isaac Asimov
Los océanos de Venus
Lucky Starr III
A Margaret Lesser y a todas las jóvenes del Departamento.
Introducción
Esta obra se publicó por primera vez en 1954, y la descripción de la superficie de Venus se hizo
de acuerdo con los conocimientos astronómicos de aquella época.
Desde 1954, no obstante, el conocimiento astronómico del sistema solar ha avanzado
extraordinariamente debido al empleo del radar y los cohetes y satélites artificiales.
A finales de la década de los 50, la cantidad de ondas de radio recibidas desde Venus hizo llegar
a la conclusión de que la superficie de dicho planeta era mucho más caliente de lo que se suponía. El
27 de agosto de 1962, un cohete sonda llamado Mariner II fue lanzado en dirección a Venus. El 14 de
diciembre del mismo año llegó a 30.000 kilómetros de Venus. Midiendo las ondas de radio emitidas
por el planeta, resultó que la temperatura de su superficie en todos sus puntos era considerablemente
más elevada que la del punto de ebullición del agua.
Esto significaba que, lejos de tener un océano dominador de toda la superficie, como se describe
en esta obra, Venus carecía por completo de mares. Toda el agua de Venus se halla allí en forma de
vapor en sus nubes, y la superficie es tremendamente caliente y reseca. La atmósfera de Venus es, sin
embargo, más densa de lo que se creía y está compuesta casi por entero de anhídrido carbónico.
Tampoco se sabía en 1954 qué tiempo tardaba Venus en girar sobre su eje. En 1964, las ondas de
radar, al rebotar sobre la superficie del planeta, demostraron que éste completaba una rotación cada
243 días (dieciocho días más que la duración de su año), y en dirección contraria con respecto a los
otros planetas.
Espero que a los lectores les guste esta historia, aunque no desearía que se dejasen engañar al
aceptar como datos incontrovertibles parte del material que en 1954 parecía «exacto», pero que en la
actualidad ha quedado desfasado.
Isaac Asimov Noviembre de 1970
1 - A TRAVÉS DE LAS NUBES DE VENUS
Lucky Starr y John Bigman Jones se liberaron de la Estación Espacial número 2, libre de
gravedad, y derivaron hacia la astronave de cabotaje que les aguardaba con su escotilla abierta. Sus
movimientos poseían la gracia de una larga práctica en condiciones carentes de gravedad, pese a que
sus cuerpos parecían gruesos y grotescos dentro del traje espacial que llevaban.
Bigman arqueó la espalda al ascender y alargó la cabeza para contemplar, una vez más, Venus.
Su voz sonó alta en los oídos de Lucky a través de la radio del traje.
-¡Espacio! Mira aquella roca, ¿quieres?
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Los océanos de Venus
FantascienzaEl sistema solar ha sido colonizado por la Tierra, unida bajo un solo gobierno presidido por el Consejo de Ciencias. En las profundidades de los océanos de Venus, bajo inmensas cúpulas transparentes, los extraterrestres han construido maravillosas c...