You're my destiny-ONE SHOT

Capítulo único

Romance.
Age Swap AU.
No curses AU.
Publicado también en Ao3.
Posible OoC

No leer en caso de que la pareja o la diferencia de edad te incomode.

¡Gracias!

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Megumi no cree en el destino ni en el amor a primera vista, le parece una tontería infantil que la gente se inventó para creer que el amor llegaría a sus vidas. Era incluso algo patético, un intento desesperado de recibir cariño por miedo a estar solo, mentiría si dijera que no juzgaba a quienes creían en todo eso, porque sí, los juzgaba demasiado, le cansaba lidiar con adultos encerrados en una burbuja con tal de no aceptar la realidad.

A los 13 años por primera vez pudo experimentar su primer amor, y no, no fue amor a primera vista, porque eso era tonto y Megumi no era tonto.
Yuuji era su mejor amigo, un buen chico que respetaba y admiraba por lo fiel que era a sus convicciones, era lindo con su cabello rosado y esos ojos expresivos, también de una personalidad cálida a comparación de la suya la cual era muy fría. Yuuji era diferente a todos los demás, detestaba a la mayoría de la gente, a Yuuji no, tampoco a su hermana, y tal vez tampoco a Nobara. Como cualquiera se enamoró de su mejor amigo, lo que creyó que sería un flechazo sin importancia se convirtió en un amor largo y a los 16 años fue rechazado por él. Sabía que sería rechazado y aún así le dolió, sufrió mucho, pero enterró ese dolor y siguió como si nada, todo por seguir disfrutando de la compañía de Yuuji y no perderlo.

Megumi no cree en el amor a primera vista. Es una tontería. Ahora que es un adulto y trabaja para una veterinaria sabe mejor que nadie lo tonto que suena decir en voz alta que te enamoraste a primera vista de alguien, no porque él lo haya dicho, más bien porque la desgracia que le persigue desde hace tiempo y siempre dice que se casará con él en el futuro.

Satoru tiene 13 años, aún así lo conoce desde que es un niño de 6 años porque terminó bajo el cuidado de su padre haciendo que el albino fuera una constante molestia en su vida. Cuando tenía 7 fue cuando dijo que se casaría con Megumi al crecer y Tsumiki no pudo evitar reír ante tal comentario bobo, fue en ese momento que pudo darse cuenta de lo tonto que sonaba.

Son 13 años de diferencia entre los dos, es una locura que el menor siga insistiendo con lo de la boda cuando claramente se ve que está enamorado de su mejor amigo, una lástima que también caiga en el mismo error que Megumi, solo por eso se puede sentir triste por él, luego recuerda lo odioso que es y considera que tal vez se merezca el rechazo que sufrirá de parte de Suguru, porque es aún más claro que no le corresponde en lo absoluto.

Deja de existir ese sentimiento cuando un Satoru que apenas cumplía 12 entró a la veterinaria cabizbajo y con las manos metidas en los bolsillos. Sonreía, pero esa sonrisa emanaba tristeza. Estaba demasiado callado haciendo que el ambiente fuera incómodo, no era común tanto silencio de parte de Satoru.

—¿Pasó algo?—es lo primero que le pregunta, sabe que sí pasó algo.

—¡Para nada!—alza la vista con una alegría que le enferma. Tan falsa y fingida. Puede ver a través de esa fachada suya—Solo un pleito con Suguru, lo normal.

Se acerca hacia él frunciendo el ceño, lo toma por los hombros y mira directamente a sus ojos, dos grandes ventanas a su alma que si observaba por un largo lapso de tiempo solo le generaría inseguridad, pero dejaría eso de lado, ignoraría esa sensación porque Satoru parecía necesitarlo. Comprende entonces que no fue una simple pelea, porque puede ver su cuerpo temblar y admite que en ese instante el albino está vulnerable, una escena para nada usual. Sin previo aviso lo abraza, Satoru se queda estático por un momento procesando lo que está ocurriendo. Es inevitable verse reflejado en el más joven que también había sufrido del desamor.