Paso el resto del día ensimismada en mis pensamientos, dandole vueltas al contenido de la carta. Estrujandome la cabeza, tratando de comprender porque un centro de prestigio internacional puede tener mi curriculum y lo mas desconcertante, como pueden estar interesados en mi.
Esta noche no solo el miedo a las pesadillas me mantiene en vela.
Cuando Laura entra en la cocina, a la mañana siguiente, me dedica una mirada comprensiva al ser consciente de que he pasado una noche en blanco.
- Diria buenos dias, pero no creo que sea lo mas apropiado para ti. Sara, hoy no trabajas, asi que ¿por qué no vuelves a la cama e intentas descansar un rato?
- No puedo dejar de pensar, y encerrada en la habitación me da una sensacion de agobio horrorosa, hace horas que me traslade al sofá para huir de la oscuridad.
- ¿Que vas hacer?
- Estoy convencida de que es un error, asi que ahora mismo pensaba llamar para subsanarlo.
- Es una buena oportunidad, igual el destino quiere que te aproveches.
- ¿Estas loca? ¿Que iba hacer yo sola em Madrid? Y ¿ que pasará cuandi descubran que no era a mi a quien querían contratar? No, llamare y les explicaré que han contactado con la persona equivocada.
Laura apura su cafe, me lanza una mirada medio compasiva, medio enfadada y sale de la cocina
Tras mucho pensar, doy por fin al icono de llamar. Me siento tentada a colgar y olvidarme de todo, pero me armonde valor y continuo escuchando el sonido de llamada.
- MD Anderson Center, servicio de recursos humanos. Digame
- Bu-buenos dias. Me llamo Sandra Heranz y quiera hablar con el Sr. Toledo, por favor.
- No cuelgue, le paso. Buenos días
La linea queda suspendida y se escucha una musiquilla que termina con mis mal controlados nervios. Estoy a punto de colgar, cuando una voz cansada pero amable me saluda desde el otro lado de la linea.
- Nos es muy grato que se ponga en contacto con nosotros señorita Herranz, ¿en que puedo ayudarla?
- Perdone, llamaba para subsanar un error. Ayer recibi una carta, y les aviso que no ha llegado al destino correcto.
- ¿Perdon? No es ustes Sara Herranz Garrido?- me pregunta con tono sosprendido
- Si, soy yo. Pero no he participado en ninguno de sus procesos selectivos
- Sara, ¿estudio usted TSAPyC en el centro Isla de Deva?
- Si señor... pero es que... -intento decir algo, pero la sorpresa de que mi interlocutor sepa con quien esta hablando, me desconcierta
- Pues entonces, señorita Herranz, la oferta de trabajo ha llegado a su destinataria correctamente- me responde con un tono que vislumbra una cara sonriente
- No comprendo, pero yo no les he facilitado mi curriculum
- Lo se señorita, su candidatura ha sido presentada por un benefactor de la asociacion Andersen.
- ¿Como? No se de que habla, yo no conozco a nadie.. ¿ademas que tipo de criterio de seleccion es ese?- repondo sorprendiendome mas indignada por un posible enchufe que por el hecho en si de haber sido propuesta por un desconocido.
- Señorita Herranz, solo han proporcionado que su curriculum llegue a nuestras manos, la oferta esta realizada basándonos en lo expuesto en la carta: su expediente academico y su breve, pero brillante, andadura profesional.
- No se que decir.
- ¿Por que no concretamos una entrevista personal? Y despues de conocer el centro y lo que se le oferta, con mas tranquilidad decide
Me mantengo en silencio, creo que en shock.
- Proximo viernes a las 12 horas, ¿le viene biem señorita Herranz?
- Eh, si, claro, supongo- logro balbucear
- Pues entonces, nos vemos aqui. Si le surge cualquier duda o inconveniente para acudir hagamelo saber
- Sr. Toledo.... ¿puedo saber el nombre de ese benefactor?
- Para serle sincero, no creo estar autorizado para decirselo. Lo siento. Ademas, recuerde todo es merito suyo, el solo nos hizo saber de usted
- Gracias por todo Sr. Toledo
- La veo el proximo viernes señorita Herranz - y sin mas cuelgo la llamada
Descubro a Laura apoyada en el marco de la puerta, con su cara de interrogatorio letal.
- Antes de que empieces, no se mas de lo que has oido y quiero ordenar mi mente antes de hablar de ello.
Hace un mohin y se va a su cuarto, dejandome sumida en un mar de pensamientos incongruentes.