Tic... tac...tic...tac
El sonido del reloj estaba empezando a desesperarme. Abri los ojos y busque en la oscuridad de mi habitación la tranquilidad que no encontraba bajo mis párpados.
La pantalla del movil ponia 5:46, asi que lo mejor seria ir a la ducha y que el agua arrastrase el cansancio por el desagüe.
Con el cuerpo renovado, el albornoz y la toalla de turno enroscada sobre mi melena; encendi mi "senseo", con la esperanza de que la cafeína terminara de despejar mi atolondrada mente.
Las pesadillas habian vuelto a visitarme, y aunque al despertar nunca recordaba nada, dejaban mi cuerpo y mi mente mas cansadas que cuando me habia metido en la cama. Sumergi mi mirada en el interior de mi taza cuando Laura entro en la cocina, intentaba inutilmente, evitar q viera mi demacrada cara e insistiera en que pidiera de una vez cita con el médico, llevaba meses agobiandome con su preocupación.
- Buenos dias, Caminante. - Laura me habia puesto hacia poco ese mote, decia q los zombies de Walking Dead tenian mejor aspecto que yo por la mañana.
- No sigas con eso. - respondi haciendo un mohin y exajerando una expresión de fingido disgusto- Yo no hago sangre contigo, cuando amaneces los domingos resacosa, con sindrome confusional agudo y remordimientos post-ebriedad.
- Sara, cariño, no hago sangre de lo que te ocurre. Simplemente me preocupas, desde que te atacaron, no estas bien y aunque lo niegues, creo que estas empeorando.
- Uuuffff, que tarde - grito, sin mirar el reloj- Voy a vestirme
Me escabullo de la cocina, como una rata huyendo de un fuego. Ya han pasado 9 meses, y todavia siento que alguien me ha robado parte de mi tiempo, y que aun ahora, sigue robandome horas en mis noches dia tras dia.
Desnuda frente al armario, sin realmente ver la ropa que hay en su interior, rememoro en mi inconexa memoria lo sucedido 9 meses atras... Estoy en la parada de taxis, escucho alguna canción que no recuerdo en mi movil, llevo cascos y el volumen a todo lo que deja este trasto, intento aislarme del silencio que reina hoy en los alrededores del hospital, es nochebuena y no hay movimiento, todo el personal que salia de turno va camino de sus casas a celebrar con sus familias, unos en su propio vehiculo, otros han venido a buscarlos, pues no funciona la linea de autobus regular desde hace un par de horas. He salido mas tarde de lo normal, no tengo nada especial que hacer, Laura se ha ido a pasar las fiestas con los suyos y yo me he escabullido con la excusa del trabajo, salvo a ella hace años q no tengo a nadie fijo en mi vida. Detesto estas fiestas, cargadas de reencuentros y escenas de familias modelos. Hace frio y me regocijo pensando que en nada, tendria la casa en exclusividad durante seis dias. Y en ese punto del recuerdo todo se vuelve negro.... me encontraron tres dias despues desnuda e inconsciente en la caja de una furgoneta abandonada en una gasolinera de la autopista, a 300 km de donde desapareci. Sin mas recuerdos que mi ultimo turno de trabajo tres dias antes.