Capítulo 4: Confusión

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Publicación: 02/05/2021
Edición:03/03/2021

La mañana había llegado, todos estaban listos para partir; excepto Jin Ling y Jiang Cheng. Ellos se quedarían en la Torre Koi administrando asuntos de Lanling Jin.

—Deberías de comenzar con el cortejo— mencionó Jiang Cheng

—Ya te dije que no me casaré con alguien que no amo.

—¿Y Jingyi?— alzó la ceja en señal de interrogación.

—¿Cómo sabes?

—Te crié desde pequeño junto a Jin GuangYao...— se detuvó al pronunciar aquel nombre— Y sé que conductas tienes, debes de comenzar el cortejo antes que alguien más lo haga, sino vivirás con el arrepentimiento el resto de tu vida por no haberlo intentado.

—... —de alguna manera le sorprendió las palabras de su tío— ¿por qué me dices eso?

—Porque eres mi sobrino y te quiero— de nuevo paró al decir aquella vergonzosa palabra— Espero que lo hayas escuchado porque no lo volveré a repetir... No te quiero ver sufrir.

—Tío... — ambos tienen el mismo carácter, sin embargo, detrás de todo ese orgullo; se encontraban unos seres que sólo necesita ser comprendidos y queridos. Ambos que dieron un abrazo, tío y sobrino se comprendían perfectamente.

Se separaron ya que sus músculos dolían, ambos se adentraron a la oficina del Jin, ya que necesitaban terminar el papeleo de la Secta.

De regreso a Gusu Lan

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De regreso a Gusu Lan.

Lan Yuan y Lan Jingyi se instalaron en su habitación, el silencio era abrumador.

—Lo siento...— dijo Sizhui, ¿debería de decirle la verdad o debería callar lo que había hecho? Optó por la segunda opción, por el momento no diría nada de su acción. En su viaje había incumplido varias reglas, mintió, no durmió a la hora acometida y la más importante, traicionó la confianza de su amado amigo. Se pondría a si mismo un castigo, estaría en reclusión al menos una semana, pensando en los actos cometidos.

—A-Yuan—mencionó un alegre Jingyi —solo fue accidente, no hay que disculparse. Todo ser humano comete errores.

—Jingyi, quiero decirte algo, tú... —en eso fue interrumpido con el toque de la puerta. El Lan revoltoso fue quién abrió y miró la figura de Ouyang Zizhen.

—¡A-Zhen!— se lanzó a abrazarlo alegremente— ¿qué te trae por aquí?

—Mi padre me envió, dice que necesito refinar mis modales y todas esas cosas de líder.

—Ouyang Zizhen— en eso hizo aparición Lan Sizhui— ¿por qué sigues abrazando a Jingyi?— esos celos que eran difíciles de controlar, debía de trabajar en eso, porque solo causaría que su amado se alejara.

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