03/05/2021

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Querido lector/a:

Si no lo has intentado aun, te quiero enseñar a romantizar la vida. ¿Cuál es el objetivo? La verdad, ninguno. Pero te aseguro que tu perspectiva sobre las cosas cambiará.

Trata sobre disfrutar de lo simple, de lo cotidiano, de admirar lo que te rodea como si fueras un turista en tierras desconocidas. Quiero que por favor te tomes un minuto para admirar el inmenso cielo que nos cubre a todas horas, piensa que es el mismo cielo que ve aquella persona que se encuentra en el rincón más remoto de la Tierra. Así que si, el mundo es a la vez tan grande como tan pequeño. Aquella luna que ves por las noches, es la misma luna que ve tu artista preferido y que seguramente se encuentra en un país o continente diferente al tuyo. ¿Realmente estamos tan lejos uno del otro? Para mí, la distancia es subjetiva. Si compartimos la misma luna, el mismo sol y nos cubre el mismo cielo ¿Realmente lo estamos?, me gusta pensar que no, y que solo es cosa de geografía.

Sal en la noche a admirar las estrellas, y piensa que cada una de ellas equivale a un deseo

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Sal en la noche a admirar las estrellas, y piensa que cada una de ellas equivale a un deseo. ¿Pretendes que se cumplan? Entonces comienza a creer en la magia. Fuimos creados para creer solo en lo que es posible según nuestra lógica pero, ¿Qué es posible y qué no? No lo sabemos. Por eso, no pongamos limitaciones.

Cuando vayas caminando por la calle, detente e inhala hondo, llena de vida tus pulmones y dale gracias a cada árbol que encuentres en el camino. Agradeceles por hacer más ameno el paisaje, y por el aire que hoy respiras.

Elige una grata compañía, y comparte un atardecer con ella. Comprobarás con el tiempo que es una de las cosas más sencillas de hacer, y más difíciles de olvidar.

Dale forma a esa nube y nutre tu imaginación, verás que así el día a día se torna más divertido y llevadero.

Recuéstate en el césped y disfruta del silencio, notarás como bajas de 100 a 0 hallando la paz que todos necesitamos.

Abre paso a la reflexión y encuéntrate.

Cuando tengas la oportunidad de estar frente al mar, admira su inmensidad y color gracias a la maravilla del cielo y su naturaleza. Cierra los ojos y sólo escucha el sonido tan propio de la marea. A veces hasta nutre el alma.

Intenta observar mucho más allá. Notarás que la naturaleza de hasta lo más común, se vuelve algo totalmente exótico.

La vida es una, aprecia con determinación y lentitud cada momento, y su color será mucho más intenso.

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Corazón de papelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora