#01 Bienvenidos a Westview

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Blanco & negro: El anticuado vehículo avanzo en la nueva ciudad con más de una maleta en los asientos traseros. Pietro, sentado entre las maletas luchaba con una forma de encontrarse cómodo tras unas extensas horas de viajes, escuchando la animada música proveniente de la radio, percatándose de las enormes sonrisas de entusiasmo en el rostro de su hermana menor y su querida madre que iba conduciendo con cuidado.

Una familia peculiar.

Los intercambios de sonrisas ocurrieron excesivamente en ese último lapso al estacionar el vehículo a un lado de su nueva casa. Tan pronto como se estacionaron, Pietro corrió, dejando únicamente una pequeña línea grisácea, y tanto su madre como hermana conocían que adentro las maletas tan pronto como pudo. (t/n) acomodo su falda con suavidad al bajar del asiento, encontrándose observando el cartel de en venta que tenía aun su casa.

Y únicamente con un movimiento por parte de su dedo este cambio automáticamente a un vendido. Una nueva vida estaba dando inicio a los tres miembros de la familia, sin cuestionar absolutamente nada cuando atravesaron la entrada, cerrando la puerta con cuidado, era un sueño, no tenían que preocuparse por absolutamente nada.

Por ahora.


—El refrigerador está vacío — señalo Pietro, desordenando su cabello una vez bien peinado, observando directamente a su hermana (t/n), quien se encontraba a si misma ordenando todo con magia en el alrededor.

—Qué raro — contesto ella, un poco confundida al respecto —, uno de nosotros debería de ir a las compras entonces, ¿no crees?

—Por mi está bien — sonrío Pietro —, así podré conseguir todo lo que se me antoja comer, estaré en casa más pronto de lo creerás.

—No olvides traer cosas saludables también.

Su madre con el cabello rizado como corto hizo su entrada en la cocina vistiendo un hermoso vestido. Sosteniendo un bolso en sus manos, totalmente sonriente al ver a sus dos queridos hijos tan animados por la mañana de un lunes de trabajo, aunque con suerte para ambos "niños" estaban de vacaciones.

& antes a que (t/n) pudiese detener su magia un platillo blanco se resquebrajo al estrellarse directamente con su madre, quien sacudió su cabeza para quitarse los trozos de vidrio del cabello.

—Mi hija y sus platillos voladores.

—Mi madre y su indestructible cráneo — se burló tranquilamente (t/n) al notar como su madre se hallaba completamente bien y sin ni un solo rasguño.

—Una familia perfecta.

Comento sin borrar la sonrisa de su rostro, notando como Pietro desaparecía de la habitación solo dejando tras de sí una línea de luz que pronto se borraría, el adolescente corrió a cambiarse de su pijama a una ropa presentable para hacer las compras del día, aunque ciertamente ambas dudaban mucho si realmente compraría las cosas.

Pero mientras nadie notase algo extraño, por ellas todo estaba bien.

—Bueno, ya me voy a trabajar mi niña — hablo su madre, acomodando su cabello al mirarse en el pequeño espejo redondo a un lado de la puerta de salida —. Ten un buen día, linda.

En ni un solo momento la sonrisa se borró del rostro de (t/n) en cuanto se mantuvo observando todo en su alrededor. Solitaria en casa, aunque ciertamente aun no conocía a todos sus vecinos, no se molestaba demasiado, tarde o temprano los conocería, y tan pronto como esa línea de pensamiento paso por su cabeza el sonido de alguien golpeando su puerta llamo su atención.

Guardo los últimos platos limpios en sus sitios antes de liberarlos, atravesando la casa para estar en el último momento frente a la puerta que abrió con suavidad.

Welcome To Westview #3 {Freddy Freeman & Lectora} FinalizadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora