#03 ¿Quién te esta haciendo esto, (t/n)?

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Los hermanos se sentaron alrededor ciertamente incomodos de estar rodeados con mujeres casadas. Cada una ama de casa, (t/n) se sentó recta, aunque bastante quieta como una estatua a como Pietro noto, acomodando su mano alrededor de la de ella a conseguir otorgarle un poco de calma, Agnes les comento como deberían de comportarse y no actuar como ellos mismos si ansiaban agradarle a Dottie, la mujer de cabello rubio bien peinado que era burlona como cruel con otras personas.

(t/n) tembló ciertamente al movimiento de la mujer sentada en la otra silla distante con una bonita mesa de cristal. Su cabello era largo y oscuro, café o negro, con unos ojos oscuros, resultando ciertamente un tanto familiar al mirar de (t/n). ¿Conocía antes a esta mujer? A ciencia exacta no lo sabía, pero acepto con calma el platillo de galletas de su mano, así como Pietro se mostraba más que contento en comer un poco de estas.

—Oye, me encanta tu pantalón — halago la mujer hablándole con buen humor.

—¿Lo cree en verdad? Mi madre lo hizo especialmente para mí, para que no fuera la única con pantalones, aunque... aquí todas las otras señoras traen vestidos.

—Solo tenemos unas horas antes de la función — interrumpió Dottie al oír el murmullo entre (t/n) con la otra mujer aun de nombre desconocido —, así que quiero que se concentren y que hablen menos.

—Lo siento...

Un rubor que emanaba sus nervios al ser llamada en alto lo tuvo que pasar dándole un sorbido a su fresca agua. Ignorando ciertamente como Pietro parecía casi acabar con el resto de las galletas, una cosa que no pudo resistirse demasiado.

—Por los niños — dijeron todas las mujeres al unísono, exceptuando a (t/n).

—Por los niños — agrego, colocando su vaso en la mesa con un poco de demasiada fuerza para resaltar su presencia. Queriendo ahorcarse a sí misma al no ser capaz de mostrarse más delicada, aunque la mujer Dottie solo empeoraba sus nervios.

La mano de Pietro se mantuvo acariciándola cuando el únicamente permanecía en silencio. Era un hombre, ni siquiera tenía que estar ahí, pero se quedó para acompañar a su hermana, sin querer abandonarla cuando ella lo soltó para aplaudir mientras mantenía una galleta en su boca, Pietro ahogo una risa burlona que solo existió como una sonrisa, nunca antes había visto actuar a (t/n) con tanta torpeza, aunque suponía que el mismo actuaría de esa forma al rodearse de amas de casa con diferentes ideales a los cuales (t/n) o su madre Elenia tenía a ellos.

Pensando en su madre, ella estaba rodeada de hombres, a lo mejor podía estar pasándolo tan mal como (t/n).

—Solo no aplaudí contigo porque me da miedo moverme — le hablo una vez más la mujer sentada al otro, mostrándose al menos amable con (t/n) que regreso a tomar la mano de Pietro como una forma de mantenerse a salvo —. No tengo idea de porque vine.

—Empiezo a sentirme exactamente igual, soy (t/n).

—Sentimos — corrigió Pietro —, y yo me llamo Pietro.

—Ah... — dijo pensativa la mujer sonriente antes de tender su mano hacia la mano libre de (t/n) — soy Geraldine.

—Y yo me siento irritada — interrumpió una vez más Dottie con su atención en ambas —, vendimos todos los boletos de esta tarde, ya pueden aplaudir.

Tanto (t/n) como un pequeño grupo únicamente querían soltar el suspiro cansado que estaban conteniendo desde un buen tiempo. Si crecer era ser de esa forma, entonces (t/n) prefería quedarse como una adolescente de forma eterna, aguantando toda la conversación entre las mujeres, queriendo huir lo más pronto posible, pero su mala suerte la ato a tener que permanecer en el sector para limpiar todos los platos sucios.

Welcome To Westview #3 {Freddy Freeman & Lectora} FinalizadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora