Este capítulo está dedicado a pandicornio-cha
Gracias por la ayuda bebé, besos.
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—¿Por qué no quieres decirme con quien te acostaste? —Preguntó molesto— Nunca nos hemos guardado secretos.—Lo siento pero esta vez no es de tu incumbencia —Estaba irritado y hastiado del comportamiento de su mejor amigo— Debo irme se me hace tarde.
—¿Vas a verlo cierto? —No le tomo importancia y busco sus cosas— (T/N) te estoy hablando, contesta hombre.
— ¡¿Si fuera así cual seria el jodido problema?!
No respondió, no tenía ganas de discutir de nuevo con él por ese estúpido tema. Salió del departamento sin mirarle o responderle otra cosas, bajo por el ascensor mirando su celular con una sonrisa; desde que se había marchado de hotel donde se hospedaba el país, el ruso no dejó de preguntarle en todo el día si estaba bien, si necesitaba algo, si quería salir a comprar o si quiera tener una cita privada con él. Acepto la cita sin pensarlo.
Cuando llego a la recepción había una camioneta negra con vidrios polarizados esperándole a fuera, no le tomo mucho saber que el país europeo estaba ahí por él, se notaba a la lejanía lo posesivo que llegaba hacer con cosas de su propiedad y por el momento él era parte de esas propiedades.
—Te ves adorable —Alago con una pequeña sonrisa.
—Siempre me veo así —Algo que hacía a la perfección (T/N), era matar momentos— ¿A donde vamos?
—Al restaurante “Del cielo a la tierra” —Respondió sin importancia.
—¿Tú ya habías tenido una relación con humanos?
—Si, esta no es la primera vez —Comento jocoso— De hecho las primeras fueron hace treinta años, fue cuando nos permitieron congeniar con ustedes.
Por alguna razón, eso de que no fuera el primero le molesto, le dejo un sabor amargo el boca y una opresión en el pecho que conocía a la perfección; sintió celos de no ser el primero, pero no podía reprocharle aquello, ni siquiera se conocían en ese no en momento como reclamarle algo. Paso los siguientes veinte minutos del camino en silencio, analizando lo que le había dicho el europeo; pensó que lo dijo para ponerlo celoso y había funcionado.
—¿Cariño estas bien? —Deslizó su mano hasta su rodilla y dio leves caricias en ellas.
—Si, solo pensaba en algo. No te preocupes —Aclaró— ¿Los demás países son homosexuales?
—No, no todos se sienten atraídos única y exclusivamente por hombres —Relajo su rostro y le miro— hay heterosexuales como mi padre, UK, Portugal, India, Israel, Palestina, Alemania y así como muchos más; luego están los Bisexuales como México, USA, Canadá, España, Brasil, Argentina, Chile y la lista continua —sus ojos estaban concentrados en las expresiones de su cara—, Finalmente están los homosexuales, como Colombia, Ecuador, Chile, I. Japonés, Japón y yo. La lista es extensa sabes.
— Entiendo... —Estaba procesado todo lo que el país le decía— ¿Entonces nunca has estado con una mujer?
—Si, nunca he dicho que no haya copulado con una mujer —Aclaró— Fue durante los primeros años de mi vida, mantuve relaciones lascivas y secretas con mucamas, camareras, prostituta y algunas militares; pero ninguna me satisfacía. No me gustaban de ninguna manera, pensé que era por el tipo de mujer pero no, lo hice con distintas mujeres desde altas y bajas, hasta delgadas y robustas. Sin embargo nunca me gustaron —Apretó su mano en su rodilla con una sonrisa socarrona—, Cuando nos permitieron congeniar con ustedes, lo primero que hice fue ir a la aun bar bisexual, me emborrache y termine acostándome con un chico muy tierno. Fue la primera vez que sentí satisfacción en una follada, ahí supe que lo mio no eran las mujeres.
—Si nunca te sentiste atraído por las mujeres entonces; ¿Por qué mantuviste relaciones con muchas de ellas? —Tenía muchas dudas, aun que el tan bien tuvo una novia, desde aquello se percató que no le gustaban las tetas, si no los miembros que parecían piedras.
—Presión; Mi padre es y morirá siendo heterosexual —Hizo un ademán con su mano, parecía molesto— El siempre decía que las mujeres eran lo mejor, que si las prefería con más pechos, que si eran mejor las culonas, que si la sentaba podía sentirla hasta lo profundo —Las mejillas del menor se volvieron rojizas por la vergüenza— Siempre nos presumía sus conquistas y nos había dejado bien en claro que no le gustaban los homosexuales; me sentí atrapado y con miedo de decepcionarlo, pero comprendí que hiciera lo que hiciera nunca me iban a gustar las mujeres —Con descaro deslizó su mano hasta su muslo dando un suave apretón, haciéndole exaltar—, Me gustaban y gustan los hombres, eso no cambiaría. Se decepcionó de mi al saberlo, fui el único de sus hijos que salio “Maricon”, pero no me importa estoy conforme así y disfruto de mi vida.
(T/N) sonrió ante la confesión del ruso, aun que por dentro le quemara el hecho de no ser su primer bebé; el resto del camino lo paso en silencio, dejándose acariciar por el país, estaba tranquilo, pero disfrutaba de aquel momento y no sentía ganas de arruinarlo con algún comentario arisco o impertinente, estaba a gusto cosa que no sentía desde hace muchísimo tiempo.
Al llegar al restaurante la noche había caído, debían ser las ocho y media o eso e solo que calculaba el menor. Al entrar se dio cuenta que muy pocas personas cenaban ese día en el restaurante, y por lo mucho unas cinco parejas y una familia de cuatro; no le dio más importancia y se dejó consentir. Se sentaron en la mesa más alejada de todas, tenia vista de todo el lugar, era bastante romántico, con un aire ligero y amoroso; sin ninguna duda era perfecto.
—¿Te gusta? —Pregunto suavemente.
—Si. Es muy hermoso.
Tomo la carta entre sus manos y la abrió. Se asombro por lo caro que costaba todo, hasta el platillo más barato no bajaba de los cien euros y eso que solo era una crema de vegetales; ojeaba todo con paciencia, esta sería la cena más cara que habría comido en su vida.
—¿Ya decidiste? —Hace rato había dejado la carta— Pronto vendrá el mesero.
—No, aun no se que pedir —Frustrado abandono su ideal— ¿Tú que dices?
— Pues me alegra que no te decidieras —Sonrío sincero, mientras el solo le daba una mirada confundida— pedí hace unos mínimos, lasaña acompañada de ensalada cesar y sangría.
—¿Por qué no me dijiste? —Le miro irritado— Me hubiera ahorrado el leerme la carta completa.
—Lo siento, te veías muy adorable concentrado —Las mejillas del ruso tomaron un color rojizo— ¿Sabias que haces pucheros cuando algo no te gusta?
—No...
Se sintió avergonzado, nunca nadie le había dicho aquello; el ruso le estaba analizando y guardando hasta el mínimo detalle que hacía, eso le parecía algo extraño más no le molestaba, de cierta forma le agradaba que conociera todos gestos y gustos; sería más fácil ser su Daddy.
Cuando llego la comida sus ojos brillaron, simplemente era todo hermoso, la pasta de la lasaña estaba bien cocinada, el queso estaba perfectamente gratinado haciendo deleitar su paladar, la ensalada estaba perfecta en todos los sentidos y la sangría estaba ideal, fría para bajar la calentura del ambiente romántico y adorable que se comenzó a formar.
Hablaban de cualquier trivialidad que se les viniera a la cabeza, la velada estaba siendo un éxito; luego de cenar el ruso propuso comer un postre. Pensó que tal vez pediría un helado o uno de esos famosos pasteles volcán, sin embargo se confundió cuando pagó la cuenta; tomó su mano para entrelazar sus dedos y comenzar a caminar hacia afuera. Ahí unió todas las piezas, si había postre y era él, sería una larga y divertida noche.
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Continuará...
Espero hayan disfrutado de este capítulo.
Se les quiere y aprecia mucho.
Bey. ❤️
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Baby (CountryHumans x Male reader) (Pausada Por El Momento)
ФанфикEsta será una adaptación o mejora de mi otra historia, My Daddy es un Country; espero pueda llegar a ser de su agrado. (T/N) es un chico con gustos un tantos diferentes, él no quiera madurar ni tan poco crecer, quiere ser consentido y cuidado por a...