Shinobi Amongst Godlings ( Naruto en Percy Jackson )

Capítulo 9: Me ofrecen una misión

9. Me ofrecen una misión

Pasé una última noche en la cabaña once antes de que Chiron me trasladara a la cabaña tres a la mañana siguiente. Luke y yo pasamos la mayor parte de esa noche en la azotea teniendo finalmente nuestra charla sobre cómo y por qué reencarné. Luke expresó un profundo deseo de haber nacido en las Naciones Elementales, ya que hubiera sido genial tener la capacidad de caminar sobre el agua o viajar tan rápido como un automóvil. También pensó que habría sido divertido echar un vistazo a una de las bestias con cola, pero me reí y dije que era mejor que no tuviera que pelear con una de esas.

Estar en la cabina tres era agradable y solitario. No tuve que compartir con nadie. Tenía mucho espacio para todas mis cosas: el cuerno del Minotauro, un juego de ropa de repuesto y un neceser. Pude sentarme en mi propia mesa para cenar, elegir todas mis propias actividades, decir "apagar las luces" cuando me apeteciera y no escuchar a nadie más.

Pero la cabaña estaba vacía sin nadie más con quien compartirla y los miembros de la cabaña once comenzaron a evitarme. Nadie mencionó al perro del infierno, pero sabía que todos estaban hablando de eso a mis espaldas. El ataque, tan inexistente como había sido desde que le corté la cabeza a la criatura antes de que pudiera hacer nada, había asustado a todos. Envió dos mensajes: uno, que yo era el hijo del Dios del Mar; y dos, los monstruos no se detendrían ante nada para tener la oportunidad de matarme. Incluso podrían invadir un campamento que siempre se había considerado seguro.

Eso fue algo que me confundió. Después de mi charla con Luke, pasé directamente al modo sabio y vi que la barrera seguía siendo tan fuerte como esa mañana cuando la vi. Incluso formé una especie de vínculo mental para hablar temporalmente con Thalía mediante el uso de imágenes para preguntarle si algo había traspasado la barrera. Un movimiento de cabeza fue mi respuesta. Cuando me dijo que nada había cruzado la barrera desde que yo había venido además de unos pájaros, dejé su árbol en el que había iniciado contacto físico para ayudar con el enlace con más preguntas que respuestas. No ayudó que los clones que había enviado habían buscado en el campamento de arriba a abajo y no encontraron ningún rastro de un intruso.

Los otros campistas también se mantuvieron alejados de mí tanto como pudieron. Era tan malo que la cabaña once se puso demasiado nerviosa para tener una clase de espada conmigo después de lo que le había hecho a Clarisse y al perro del infierno en el bosque, así que en vez de eso, entrenaba con Luke uno a uno justo antes de la cena. Hizo todo lo posible para presionarme más y más fuerte, y no tuvo miedo de aprovechar cualquier ventaja que pudiera para lastimarme en el proceso. No es que me estuviera quejando teniendo en cuenta que a los dos nos pareció una buena manera de mantener nuestras habilidades afiladas. Y Luke garantizó que necesitaría cada gota de experiencia que tenía ahora que se confirmó quién era mi padre, ya que todos los monstruos ahora me perseguirían.

Annabeth todavía me enseñaba griego por las mañanas, pero me di cuenta de que su mente no estaba en la lección. Cada vez que decía algo, me miraba con el ceño fruncido, como si la hubiera pinchado entre los ojos. Le eché la culpa a la revelación de quién era mi padre, ya que antes de que fuéramos al menos cordiales entre nosotros. Después de las lecciones, se alejaba murmurando para sí misma "Búsqueda ... ¿Poseidón? ... Sucio podrido ... Tengo que hacer un plan ..."

Incluso Clarisse mantuvo la distancia, aunque su mirada venenosa dejó en claro que quería matarme por romper su lanza mágica. Ojalá me gritara o algo así. Había pasado casi toda la infancia de mi primera vida siendo ignorada y no me gustó la sensación una segunda vez.

Sabía que alguien en el campamento estaba realmente resentido conmigo, porque una noche entré en mi cabaña y encontré un periódico mortal tirado en la puerta, una copia del New York Daily News , abierta a la página de Metro. El artículo me puso furioso.