LAS ALMAS GEMELAS NUNCA MUEREN

Un Alma Herida

Cuando se conocieron por primera vez, Yifan estaba convencido de que el destino había cometido un error. No parecía correcto que Chanyeol no fuera su alma gemela.

En ese entonces, era una persona bastante introvertida y tranquila, que no se llevaba bien con mucha gente. Pero la personalidad burbujeante de Chanyeol, su inglés roto y una hermosa sonrisa conquistaron a Yifan en poco tiempo. Yifan nunca se sintió tan profundamente por nadie antes, y era injusto que el nombre en su muñeca dijera Huang Zitao y no Park Chanyeol.

Ya estaba en su mente y no iba a buscar a este Zitao, y al principio, esperaba que su amigo, su amor, tampoco conociera a su verdadera alma gemela. Podían fingir, juntos, que estaban destinados a ser desde el principio. A veces, parecía que Chanyeol sentía lo mismo, pero luego Yifan se dio cuenta de que podría haber sido su ilusión. Experimentaron juntos y eso fue todo.

Aun así, Yifan eligió seguir a su mejor amigo, incluso eligió su futuro trabajo para poder estar siempre con Chanyeol. Nunca le dijo a nadie el verdadero razonamiento detrás de la ocupación elegida, ya que sabía lo patético que era. Le gusta bastante su trabajo, pero Chanyeol es su felicidad. Mientras el joven esté a su lado, puede hacer casi cualquier cosa.

Cuando Chanyeol conoció a Baekhyun, Yifan pasó por una crisis nerviosa, tan grave que tuvo que tomarse unos días libres, quedarse en casa y tratar de encontrar las fuerzas para seguir viviendo. Fingió estar feliz por ellos, Baekhyun era demasiado adorable para odiar, pero le dolía el corazón. Y a pesar de que le gustaba, todavía pensaba muchas cosas desagradables sobre el chico. Una parte de él deseaba que su avión se estrellara. Era demasiado independiente, demasiado fuerte para ser tan tierno y bonito. Lamentó sus pensamientos, su madre lo crió para que fuera una buena persona, pero es algo que sucedió y no puede olvidarse convenientemente de sus momentos de debilidad.

Mejoró con el tiempo, se acostumbró a tener a Baekhyun cerca y Chanyeol nunca lo hizo sentir como una tercera rueda. Todavía estaba roto, todavía anhelaba el toque del hombre más joven, pero aprendió a vivir sin él.

Yifan tiene una vida sexual bastante saludable. No se llamaría promiscuo de ninguna manera, pero tiene sexo y puede agradecer a varias aplicaciones por eso. Es rápido, fácil y hace que sea imposible malinterpretar las intenciones. No quiere engañar a nadie, al igual que no quiere que otro amor reemplace sus sentimientos por Chanyeol. Si hubiera querido eso, habría buscado a su alma gemela.

Su madre siempre le dice que se está torturando a sí mismo, pero su relación fallida con su padre la convierte en una mala juez. En cambio, Yifan está convencida de que ella es la que se está mintiendo a sí misma. Le resulta bastante imposible creer que todo lo que ella quería era un hijo, y la decisión de su padre de abandonarlos no la molestó en absoluto. Tal vez sea porque no se preocupa mucho por los niños. Le gustan lo suficiente, y en el improbable caso de que Chanyeol quiera tener un bebé con él, estaría bien con la adopción, pero tener un hijo no es su objetivo en la vida. Los niños no son un sustituto del amor, que él necesita. Deben ser un resultado, no una meta. Seguramente la opinión de su madre no podría ser tan diferente a la suya. Después de todo, ella es quien lo crió.