LAS ALMAS GEMELAS NUNCA MUEREN

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Zitao apenas recuerda cómo llegó a casa. Debió haber tomado el autobús, pero todo lo que recuerda es llorar como un niño, probablemente aterrorizando a otras personas a su alrededor, quienes hicieron todo lo posible para no acercarse a él.

Está en esta situación porque le importaba demasiado, pero nada más. No tiene idea de los pecados que ha cometido en su vida pasada, pero no dejará que su alma gemela vuelva a pisarlo.

Se da una ducha rápida y fría para borrar todo rastro de lágrimas, se pone la primera camisa que encuentra y la combina con un diminuto calzoncillo. No importa, todo saldrá en un segundo. No espera mucho a que Luhan abra la puerta y no espera la invitación. Sehun está viendo una película en una computadora portátil, así que Tao la cierra, ignorando las objeciones de Sehun y la tira a un lado.

"¿Puedo follarte?"

"¿Qué?"

"Quiero follarte" no sabe cómo decirlo sin ser demasiado crudo, aunque realmente no debería hacer ninguna diferencia en este punto. Si Yifan piensa que es una puta, entonces Tao será la puta más grande que haya visto en su vida.

"¿Está todo bien? ¿Estás molesto?

"Todo es simplemente perfecto, ahora dime, ¿puedo?"

"Claro, puedes follarme, no me importa".

"Estupendo. Luhan, tú me haces a mí, mientras que yo lo hago a Sehun" ordena, ignorando las miradas preocupadas de sus amigos.

Se siente bien, todo está bien. Sehun es cálido y apretado, debería ser estimulante, pero por alguna razón, Zitao no puede venirse. Le gusta estar en la cima de vez en cuando, las caderas de Sehun se mueven perfectamente al ritmo de los empujes de Luhan y, sin embargo, Tao tarda años en llegar, o al menos se siente así. Cuando finalmente llega, mucho después de Luhan y Sehun, es mediocre y decepcionante. Se aparta de Sehun, disculpándose en voz baja con el joven por la incomodidad que causó. Se quedan en silencio por un rato, Tao se aleja un poco cuando Luhan trata de abrazarlo, no tratando de ser grosero, pero tampoco queriendo tocar a nadie en ese momento.

Después de unos veinte minutos, Sehun rompe el silencio, "¿Estás listo para hablar sobre lo que te molesta?"

No se siente listo, pero sabe que nunca estará realmente listo, es demasiado humillante. Sin embargo, Sehun y Luhan son las únicas personas con las que puede discutirlo, así que les cuenta todo, cubriéndose la cara y fingiendo que no está llorando cuando repite las palabras exactas de Yifan. Se siente mejor, más ligero, una vez que todo sale. Quizás un poco vacío también, pero se acostumbró incluso antes de conocer a su alma gemela. Cuando les dice que Kris y Yifan son la misma persona, el rostro de Sehun se tuerce en una mueca fea. Sehun es un impulsivo, su enojo es siempre honesto, pero rápido para agotarse y en su mayoría infructuoso. El rostro de Luhan no delata nada, pero cuando finalmente habla, es porque tiene un plan.