ESTA VEZ DE LAS HORMONAS NO FUERON

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Al día siguiente, Edward todavía no tenía un plan montado, lo único que se le venia a la cabeza, era que... debería obedecer a la velocidad de la luz, a todo lo que le indicaran, en especial a su madre, sabía que intentar colocar ojos de cordero, no le serviría de nada sí su madre estaba enojada con él.


Carlisle esperaba a los chicos en el carro, para llevarlos a la escuela, todos se despidieron de Esme, quedando como era de esperarse Edward de último.


Edward: Adiós, le dio un beso, que por supuesto fue correspondido, cuando estaba por llegar a la puerta se devolvió corriendo donde su madre. Mamá lo siento, lo siento tanto y la abrazo fuertemente.


Esme: ahh, mi Edward, abrazándolo con ternura. ¿Cuando regreses de clase quiero que me digas ¿Por qué?


Edward: ES QUE OTRO CHICO IBA A INVITAR A BELLA, A SALIR Y..... (Estaba ansioso por justificarse)


Esme: shhhh, colocándole el dedo índice en sus labios, en la tarde me cuentas con calma, tu padre los está esperando en el carro, no lo hagas esperar, por favor anda Romeo, dijo sonriéndole.


Edward, se siento aliviado, sintió que su mamá había comenzado a contentarse con él.

Esme: hummm. Edward todavía estoy enojada contigo, pero no olvides que te amo.

Edward: ¡Nunca!, y salió corriendo al carro.


Definitivamente deberé cambiar el afiche de mi cuarto del chupa cabra, por la foto de mi hermanito, ES MI HEROE, pensó Emmet al ver la escena de la puerta, y se sonrío.


Carlisle, que también estaba viendo,pensó: ya Esme lo perdono, buen levantarle el castigo dependerá 100% de ella, él ya lo había perdonado, además estaba contento esa mañana, pasaría a buscar a Jasper, que había estado en Alaska de visita mas de un mes con sus primas. Tendría a todos sus chicos en casa, y eso lo ponía muy feliz.


Carlisle, dirigiéndose a Emmet, Alice, Rosalin, les dijo: necesito que hoy estén en casa temprano, Jasper llegara hoy y quiero que salgamos a cazar juntos; todos se pusieron muy contentos.


Alice: Papá, Y Edward ¿vendrá con nosotros?


Carlisle: Claro, solo que el DEBE estar en casa, inmediatamente después de la escuela, saben que esta castigado. Supongo, que sabe lo que le conviene ¿Verdad Edward?


Edward: SI, papa por supuesto. Le sonrío, la cacería en familia siempre era diversión, y era el tiempo perfecto para lograr que sus padres terminaran de ceder.


Durante la caza, sus padres estaban contentos viendo a los chicos en el bosque, empujándose y bromeando entre ellos, es uno de esos pocos momentos en que todo es perfecto. (Un momento Kodak) pero que duran tan poco, por lo que debes atesorarlos.


Carlisle: Edward. Lo llamo


Edward: ¿Señor? Pregunto acercándose.

LA CULPA DE LAS HORMONASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora