Pequeña aclaración: este pequeño corto es la "continuación" de ¡Sorpresa! Por decirlo así, sin más que decir comenzamos.
Nueves meses pasaron, que en aquellos la feliz pareja esperaba con ansias la llegada de su bebé. En el transcurso de los meses Canadá se volvió más "sensible" un claro ejemplo de esto es que lloraba por casi todo, no quería levantarse de la cama, dormía mucho más de la cuenta, Alemania atendía todos los antojos de su esposo, ya sea de madrugada o de día siempre estaba para él, una vez estaba lloviendo tan fuerte que le valió un comino y salió en busca del antojo de su pareja. Se enfermó al día siguiente pero valió la pena lo que hizo.
Cada que iban a la revisión del pequeño/a se emocionaban por como crecía, sus manitas daban curiosidad, sus pies y demás la primera vez que fueron Alemania lloraba en silencio al ver a su niño/a en aquella pantalla.
Pidieron ayuda a Méx y Rus para una fiesta de revelación obvio que guardaron el secreto a todos ellos eran los únicos que sabían.
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Alemania: ¿Seguro qué te sientes bien? -ayudaba a su pareja a bajar las escaleras para llegar a la planta de abajo-
Canadá: -iba agarrando el barandal de las escaleras, mientras bajaba lento las escaleras- estoy perfecto, no puedo esperar para saber que será nuestro bebé
Alemania: -beso la mejilla del canadiense- ni yo, creo que llorare mucho
Una vez que llegaron a la planta baja el de hoja de maple se sentó en el sillón para descansar un poco, quería llegar al lugar lleno de energía Alemania: déjame ir por las llaves del auto para irnos -se fue a la cocina para ir por ellas estaban sobre la mesa-
Canadá: -acariciaba su vientre en círculos- por fin sabremos que eres mi vida jaja..... ¡ALEMANIA! -gritó con todas sus fuerzas para que el alemán llegara lo más rápido posible-
Alemania: -llega corriendo todo espantado- ¿Qué pasó? ¿Estás bien?
Canadá: ven corre -toma la mano del alemán y la coloca en una parte de su vientre-
Alemania: -sintió como su hijo/a se movió eso le causó que se emocionara mucho y comenzó a hablarle con palabras dulces- mi bebé bonito, haces a mamá y a papá muy felices
Canadá: jaja, ay Ale -beso la frente de su pareja-
De camino para el lugar de los sucesos Canadá no paraba de hablar acerca de sus teorías respecto al sexo del bebé, cada idea que se le pasaba a la cabeza cosa que contaba a su pareja, Ale disfrutaba del comino al escuchar a su pequeño omega decirle todas aquellas suposiciones que tenia en su cabeza. En un semáforo rojo Canadá aprovechó para tomar la mano del alfa y ponerla en su vientre y este pudo sentir otra vez a su bebé moverse.
Una vez que llegaron al lugar donde se llevaría a cabo la revelación tan esperada, no pudieron contener la emoción y gritaron un poco fuerte eso les causó mucha gracia.
