Starry Night [Chaesoo] [Threeshot]

Última parte: Starry Night

—¿No estás celosa?–interrogó Lisa.

—¿Porque lo estaría?–volteó a mirar a la más alta–¿Y de que?–preguntó.

—De que Jisoo este ahora con Rosé quizás besándose–suspiró–¿Vas a seguir escondiendo eso?–bajó la mirada

—Que me gustó mi mejor amiga, creo que debería dejarse en el pasado–sonrió Jennie mirando alrededor.

—¿Segura? Entonces..¿Me darías la oportunidad?–vió a la castaña abrir los ojos.

—¿Desde cuándo?–parecía sorprendida pero por lo directa que había sido.

—Eras la única que nunca supo, pero me gustas desde que te vi–sonrió y extendió su mano–Si aceptas bailar conmigo, yo sabré que aceptas darme esa oportunidad–la castaña la vió a los ojos y asintió.

—No puedo evitar verte bailar y como sería bailar contigo–soltó una carcajada–Luego de haberme gustado Jisoo, nunca le dije nada porque a Jisoo no le gusta nadie hasta que Rosé llegó, ese gustar se fue, es decir ví a Jisoo verla muchas veces–rió–Entonces me di cuenta que eras quien me veía con sinceridad, de la misma manera en que Rosé acaba de ver a Jisoo, eres tú–sonrió y tomó su mano–Bailaré contigo–susurró.

Lisa nunca había estado tan feliz y Jennie se sonrió nerviosa por un momento, estaba feliz también.

•••

Se miraban cómplices, se acercaron de nuevo a besarse una vez más, Jisoo tenía las manos en la cintura de Rosé y esta última decidió colocarlas en el cuello de la pelinegra, se alejaron la una de la otra e intercambiaron miradas.

—¿Porque querías besarme?–preguntó la rubia con una sonrisa.

—Tenía que confirmar algo–bajó la mirada para acercarse a Rosé tomando su mano–Que realmente eres encantadora, no lo pude evitar –le susurró–¿Y tú?–interrogó.

—Tampoco lo pude evitar–sonrió–Pareces que tenemos.. una conexión especial–dijo con una pausa pero segura luego de pensarlo.

—Lo sentí, hasta lo profundo–soltó–Nunca ví bailar a alguien de esa manera, nunca ví a alguien con interés, pero tú lo llamaste en unos segundos–se acercó para colocar el mechón de cabello de la rubia tras su oreja.

La conexión era visible para ellas, Jisoo abrió la puerta y de ella salió Rosé detrás de ella la pelinegra quien tomó la mano de la rubia para subir las escaleras de la casa, la música aún se escuchaba abajo pero eso era ignorado por ambas, la puerta fue cerrada por Jisoo quien colocó sus manos en el rostro de la más alta.

—Eres linda–susurró acercándose a besar los labios de la rubia con delicadeza.

Se besaron una vez más con esa dulzura bajo la noche estrellada.

•••

Al día siguiente, Jisoo se levantó de la cama, a su lado se encontraba la rubia durmiendo tranquilamente, se preguntó si debería levantarla, aunque fueron las primeras en irse a dormir, lo otros quizás estaban tirados en la sala por estar casi toda la noche haciendo ruido, le propuso a Rosé dormir aunque no podían con el desastre auditivo, al final lograron conciliar el sueño.

Acarició el rostro de la menor y con un sonrisa se acercó a plantar un beso en su mejilla, apreció lo que tiene delante, aprovechando que no estaba despierta, sonrió y comenzó a susurrar cosas como:

"¿Es un angel?" "¿Podrá ser que vino a robarme el corazón?" "Mira esas expresiones, son únicas" "Y es tan linda"

Cuando se quedaron hablando sentadas allí esperando a que dejen de hacer ruido, notó que la personalidad animada de Rosé era única, contó cosas de su familia y dijo que era una niña mimada y que le gustaba cantar, le canto un poquito, una voz de angel, quería poder pasar más tiempo con ella, enserio, se hubiera quedado a escucharla mucho más pero Rosé se quedó dormida en su hombro y al final la acomodó en la cama, tenía que admitir que se le quedó observando tanto con ahora.

Vió como Rosé se movía y bostezaba , efectivamente, tierna, muy tierna, no se esperaba que ella le sonriera y abriera los brazos.

—Abrazame Jichu...–su corazón se aceleró–Vamooosss–hizo un puchero aún parecía soñolienta, definitivamente se veía linda y tierna, todo era algo lindo para ella.

—Yaya–soltó una risita para cerrar el espacio y llenarse de calidez–Estas calentita–enterró su cara entre el espacio del cuello y hombro de Rosé.

Así estuvo un momento hasta que se levantaron de allí, recargadas como la batería de un celular por aquel abrazo, tenían las mejillas encendida y sonreían algo nerviosas.

—Deberías cambiarte, y salir un momento..–sonrió y se le ocurrió alzar a la más alta del suelo para cargarla.

—Ey bájame–rió haciendo un pequeño puchero pero la pelinegra no le hizo caso.

Cuando llegó al baño la dejó ahí y salió cerrando la puerta.

—Bañate–dijo avanzando a su habitación.

Sacó algunas prendas suyas, volvió a caminar hacia el baño tocando la puerta.

—Toma estás prendas–dijo observando como la menor sacaba su brazo nada más.

Algo pasó por su mente que rápidamente la dijo.

—Toma la toalla blanca–soltó una risita y dió pasos hasta abajo.

Llegó hasta la sala pero no estaba nadie, ni Jennie ni rastro de Lisa, quizás se fueron más temprano, subió luego caso 20 minutos los que se tardó en limpiar afuera lo que dejaron, se fueron y sin limpiar, pero no estaba enojada por alguna razón.

Sonrió y abrió la puerta encontrándose con la rubia secando su cabello, no dijo nada solo la observó desde el marco.

—¿Cuánto te gusto?–escuchó la pregunta de Rosé.

—Q-Que–se puso nerviosa por alguna razón.

—Responde–vió a la rubia sonreír y soltar su cabello.

—Demasiado–bajó la mirada–Nunca nadie me gustó tanto como tú–susurró.

—Ire a Australia por medio año–dijo de repente y la mirada de Jisoo cayó–¿Me esperará?–preguntó y la pelinegra levantó la pregunta.

—Crei que dirías que jamás podríamos vernos–soltó una risita.

—Entonces si me esperarás–sonrió–Pensé que no te gustaría tanto como para esperarme ese tiempo–se levantó.

Jisoo estaba confundida al ver acercarse demasiados pasos haciéndola retroceder hasta la puerta, ¿La rubia la estaba acorralando?.

—¿Estás nerviosa?–preguntó con una pequeña sonrisa.

—¿Te parece?–interrogó.

—Nah..estoy más que segura–acortó el espacio que quedaba para besarla.

Fue aquella "noche estrellada" invisible, que ambas se enamoraron y tuvieron tal conexión como para sin importar que tan lejos estén tengan la valentía de esperar y extrañar a la otra.