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"¿Te duelen las heridas? Podemos detenernos aquí." Matthew jadeó sintiendo la presión en su estómago mientras Noah estaba en su regazo. Se humedeció los labios intentando tomar sus brazos, pero Noah solo hizo más presión. Aspiró entre dientes. "Deberíamos detenernos aquí. No es una buena idea."

Noah frunció el ceño y presionó su rodilla contra su torso con mayor fuerza. Matthew exhaló con dolor. "¿Te rindes tan fácil?" Se movió rápidamente, tomando el brazo su brazo izquierdo y haciéndolo rodar hasta que estuvo boca a abajo. Presionó su brazo haciéndolo gritar. "Ríndete."

Golpeó el piso con el otro brazo, "Es todo," dijo y Noah lo soltó. Se dio la vuelta sobre su espalda sosteniendo su brazo mientras él se ponía de pie. Lo miró mientras Noah iba por una botella de agua del pequeño refrigerador del gimnasio. 

"Eres inesperadamente bueno," dijo todavía desde el piso.

Noah lo miró a los ojos mientras bebía de la botella. Se sentó en una banca y se encogió de hombros. "Me gusta entrenar."

"Te mantienes en buena forma." Se sentó lentamente y lo miró. Ambos se habían quitado las camisetas. Él tenía un chandal y Noah shorts. Estaba tomando un descanso en la banca y su respiración seguía agitada. Las gotas de sudor se deslizaban desde su cuello hasta el borde del pantalón. Matthew apartó la mirada y se levantó para tomar una botella de agua. "Sabías que te encontrarían un día, ¿cierto?"

"Lo esperaba. Solo que... lo olvidé, porque nunca vinieron tras de mi." Enroscó la tapa de la botella y se levantó frotando su cuello. "Bien. Iré a tomar una ducha. Fue un buen entrenamiento."

Cuando se fue, Matthew se quedó ahí sosteniendo la botella con fuerza. Miró a su erección y maldijo. "No es momento para esto. En serio no lo es." Comenzó a limpiar las cosas sin prisas antes de ir a su habitación para tomar una ducha. Lanzó su ropa en el cesto de la esquina y caminó desnudo hacia el baño.

Puso el agua fría para calmar a su cuerpo. No tenía el derecho de hacer esto. Además su jefe lo asesinaría si se enterara de que le puso un dedo encima a su hijo. Noah solo había sido su más grande enamoramiento mientras crecía en la Mansión. Lo adoraba, casi había vuelto a su padre loco hablando de lo bueno que el hijo de los Kana. Quiso conocerlo tanto, pero al mismo tiempo estaba avergonzado de hacerlo. Él no era nadie en ese entonces, solo el debilucho de los jóvenes. Noah estaba a un nivel muy superior al suyo.

Fue él quien hizo que Matthew cuestionara su sexualidad. En cierto punto se dio cuenta de que toda su fascinación y admiración no eran más que profundos sentimientos platónicos por él. Pero el Noah de 18 años era un sueño. Era tan guapo a sus ojos como ningún otro hombre. Las pocas veces que pudo verlo en persona, Noah siempre fue amable con todos, incluso se juntaba con ellos después de los entrenamientos para cenar. Pero jamás tuvo las agallas de acercarse y presentarse formalmente.

Se preguntó si algo hubiera sido diferente. 

Probablemente no.

Noah se habría ido de la casa de todas formas. No tenía ninguna oportunidad con él. Él solo era uno más de los matones y él sería el líder de la casa. Incluso si le hubiera confesado sus sentimientos, ¿por qué Noah iba a aceptarlos? 

Así que después de que Noah se fue de la casa, Matthew se enfocó en su entrenamiento, que era lo único que tenía para desquitar sus frustraciones. El tonto chico de 16 años que estaba enamorado borró cualquier signo de emociones y se cerró en una bola de ira contenida que dio paso a lo que era hoy en día. 

La puerta del baño se abrió y sus ojos se encontraron con los de Noah. Le dio la espalda y se cubrió tanto como pudo. "¿Sí?"

"Oh. No esperaba encontrarte aquí."

[GAY] GuardaespaldasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora