♡.ᐟ ˙ ˖ sungwoo . .ㅤ─ 𝙖 𝙧𝙚𝙖𝙡𝙡𝙮 (𝙛𝙖𝙠𝙚) 𝙗𝙖𝙙 𝙗𝙤𝙮

07

los gritos hacen que sungchan sepa que lo que alguna vez llegó a llamar familia, ahora no era nada.

escondidos en las escaleras, viendo hacia la sala, jaehyun y sungchan se encuentran escuchando todo lo que ocurre en la planta baja del pequeño departamento, un pequeño sungchan de siete junto con un jaehyun de nueve que no entiende a sus padres y sus constantes disputas.

sus padres comenzaron sus peleas después del nacimiento de sungchan y aunque jaehyun amaba a su hermano, había algo que le decía que si él no estuviera seguramente sus padres serían como antes, su madre volvería a sonreír y su padre a ser el típico hombre que le enseñaría a jugar béisbol, para pasar tardes juntos los tres, pero entonces cuando sungchan nació el matrimonio se quebró, fue obligado a madurar y a ver cómo su padre lo alejaba de su hermano pequeño.

— ¡no grites! te dije que los niños están despiertos, no te dejare asustar a sungchan — había una gran mentira ahí, porque los dos niños de apellido jung seguían despiertos, escuchando la risa sarcástica de su padre. para sungchan esto ya era recurrente, era otra de sus peleas.

— ¡¿crees que me importa ese niño?! ¡estoy seguro que no es mío!

— ¡deja de decir estupideces, solo he estado contigo toda mi vida, sungchan es tu hijo! — lo último lo dijo con lentitud, tal cual como si le explicará a un niño pequeño que no quería, o no podía, entender.

su padre dió un golpe en la mesa, causando un escalofrío en ambos niños.

— ¡te dije que me voy, me llevaré a jaehyun conmigo! — y su madre soltó un largo sollozo en cuanto lo vio caminar hacia las escaleras, encontrando a los dos niños asustados.

la diferencia se encontraba en el rostro de los pequeños, porque jaehyun parecía tranquilo, casi como si supiera que eso iba a pasar, pero sungchan estaba asustado, con sus ojos amenazando en soltar lágrimas. no le gustaba eso, no le gustaba los gritos, no le gustaba sentir que esto llegaría a más.

— ¡no lo harás, no puede llevarte a mí hyunie!

— él se quiere venir conmigo, así que nos vamos, nos iremos a un lugar mejor, no voy a dejar a mi hijo con una mujerzuela como tú, al menos puedes quedarte al otro, ese no me interesa — y sungchan entonces entiende que el era "el otro" — ¡jaehyun, ven aquí!

— ¡por favor, no lo hagas, no lo alejes de mí! — su madre no le dejó subir un escalón al jalar su camisa, pero eso no sirvió como impedimento, fue empujada y el hombre tomo al pequeño de hoyuelos en sus brazos.

— debiste pensar en eso antes de dar a luz al otro bastardo.

— sungchan... sungchan no es ningún bastardo ¡deja de llamarlo así! — su madre solloza en el suelo, observando el rostro aterrado del menor de todos.

jaehyun no impidió que su padre se lo llevará en brazos, incluso aventó la pequeña mano que sostenía su camisa por detrás y vio a los ojos de su hermano sin decir nada por última vez.

sungchan se veía asustado, bajando las escaleras con balbuceos, queriendo evitar que su padre cruzará la puerta con jaehyun, pero su madre lo tomo en brazos antes de que pudiera cruzar la puerta, ambos lloraban, fue así que veía a jaehyun irse, veía como la promesa de su vida se había roto con él.

« estaré contigo, voy a crecer contigo, chan, como soy tu hermano mayor... ¡entonces tengo que proteger de ti! »

¡mentiras! su propio hermano le había mentido ¿cómo un pobre niño olvidaría eso?

creció sin saber nada del que una vez había estado a su lado, compartiendo risas, juegos e incluso dulces a escondidas.

estaba triste, todos los sueños en donde disfrutaba una vida con su familia se habían desmoronado, igual que una galleta al entrar en contacto con la leche, pero era su madre quién se vio más afectada por la falta de su primer hijo, sungchan no quería eso, no quería seguir escuchando llorar a la mujer que más amaba en su vida, así que fue capaz de ser quien era en la actualidad, con una sonrisa risueña y su personalidad amable y divertida, todo había sido por su madre, para hacerla reír y olvidar lo mal que la vida le había tratado, porque cada vez que ella sonreía sungchan era feliz.