- CAPITULO 2 -

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KATHRIN

Después de dos largas horas sabemos todo lo que queríamos fue más sencillo de lo que esperaba, o sea... si tuvimos que darle un poco de motivación al hombre, pero al final habló.

— Ya le dije todo lo que sé, déjenla ir ella no tiene nada ver en esto

— Y quién me asegura que no hablará

— No lo hará, se los suplico, déjenla ir solo tiene 13 años —como me molesta que me supliquen cuando la situación es demasiado obvia ya vio nuestros rostros y hasta nuestros nombres han oído, de acá solo saldrán de una forma y será en una bolsa.

Ignoro las súplicas del hombre y volteó a ver a la niña que se encuentra en una esquina sollozando e intentando parar el sangrado de sus heridas.

—Sofía —la llamo logrando que me mire-, espero tengas una maravillosa vida en reino del Señor

Y sin más saco la pistola que llevo conmigo en estas situaciones y le doy un solo disparo que impacta en su cráneo haciendo que su cuerpo caiga inerte frente a mí, no era nada personal, pero no me gusta dejar cabos sueltos.

— ¡HIJA DE PUTA! ¡SOLO ERA UNA NIÑA!

— No te preocupes tú serás el siguiente, pero tú irás al infierno — a punto en el pecho dispuesto disparar pero Kai me detiene

— Espera

— ¿Qué? ¿Por qué?

— Quiero divertirme un rato y al sujeto le sobra esa horrible lengua que con gusto cortaré — Kai y sus gustos con cortar a la gente

— Como quieras igual tengo unas cosas pendientes que hacer, necesito a Malek y Ansel así que vienen conmigo, necesito su ayuda

— Y a mí quién me va a ayudar con estos dos cadáveres

— Pues, ¿quién más? Basilio

— Deja de llamarme primito

Salgo de la habitación sin darle importancia a la discusión que tienen, esos dos casi siempre quieren matarse

— Y a quién mataremos esta vez

— Porque crees que mataremos a alguien Ansel

— Porque siempre quieres matar a alguien

— En eso tiene razón, tu humor no es muy bueno a veces

— No par de idiotas esta vez no mataremos a nadie, felices

— SI —contestan al unísono

— Muy bien idiotas ahora suban al auto que tenemos cosas que hacer y a papá no le va a gustar que nos atrasemos

— Como mande la señorita

Luego de una hora de camino nos encontramos frente a un edifico abandonado, decidimos esperar en el auto a la espera de que alguien entre o salga del edificio, pero ya llevamos dos horas y ni una mosca a ese acto de presencia.

— Dios que aburrido ya me quiero ir y llevo tanto tiempo sentado aquí que se va a borrar la raya del trasero, joder Kat ya vámonos

La seductora del diabloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora