Ese vengador un poco loco, que me dejaba con la cabeza en las nubes. Si, mi poderoso Thor, hijo de Odín, dios del trueno. Y también el único que me prestaba atención. Por algo caí rendida a sus pies.
Este hombre me había conquistado con su sonrisa y sus ocurrencias. Cuerpo y ropa ajustada haciéndome desearlo cada noche hasta dormirme, no ayudaban a que lo olvidara, me obsesionaba como movía su martillo, sus cejas levantadas cuando estaba confundido, sus manos cruzadas pensativo.
Todas sus formas eran estupendas, pero había una a la que no me podía resistir nunca: cuando salía de la ducha. Ver su cuerpo envuelto en la toalla, teniéndola en la cadera; su pelo mojado y echado para atrás, pequeñas gotas de agua en su espalda tonificada. Definitivamente, era su súbdita.Una noche, después de que llegamos de una misión, ya estaba bañada y cambiada, entonces me dirigí a la sala de estar, quería ver una película. Encendí la televisión, fui a la cocina y preparé palomitas de maíz. Escuché un ruido, me di la vuelta. Mis ojos vieron la gloria, otra vez. No sé si lo notó, pero mi cara se volvió roja, sentí calor en ella y recorriendo todo mi cuerpo.
Ahí estaba Thor, en toalla, recién salido del baño, parado frente a mí. Bajé mi cabeza, tratando de ocultar el enrojecimiento, aguantando las ganas de gritarle lo hermoso que se veía y cómo me traía. Mordí mi labio y traté de no mirarlo, pero sus piernas estaban en mi campo.- ___, ¿pasó algo? – preguntó. Negué con la cabeza. - ¿Por qué no me miras? ¿Te asusto? – cuestionó en tono coqueto y acercándose.
- No, no es eso. Estaba... ocupada y me sorprendiste, eso es todo. – respondí sin mirarlo todavía.
- ¿Segura que es eso? Siento que me estás evitando – añadió murmurando. Miré hasta su rostro rápido. Visualizando sus ojos.
- No, lo que pasa es que... - ¿Qué iba a decirle? ¿Le confesaría mi amor? – es... am... nada. Nada importante. Voy a ver una película, ¿quieres acompañarme? – dije tratando de salvar la situación incómoda que se había formado.
- Sí... bueno, sí. ¿Por qué no? Sería lindo pasar un rato largo contigo. Por fin podría decirte que me traes loco – pensó en voz alta, ¿es real lo que acabo de escuchar? -. ¡Digo! No, espera, espera. Eso no es lo que quería decir, perdón – sentí la vergüenza, pero lo único que pude hacer fue acercarme a su cuerpo.- Tranquilo. A mí también me gustas - le di un suave beso en sus labios, se sentía como el paraíso para mí: eran suaves y cálidos, mejor de lo que me imaginaba -. No tienes que disculparte – dije coqueta y sonriente. No podía creer que por fin estuviera pasando algo más entre nosotros. Lo único que sucedía era que yo lo miraba un segundo y corría la vista para que no se sintiera observado. Pero en realidad estaba ocurriendo: le gustaba.
- Wow, espera, ¿acabas de besarme? Esperé tanto por esto – dijo feliz -. Ahora es mi turno – juntó nuestros labios en un beso apasionado y largo, tomando mi rostro entre sus manos, que después de unos segundos comenzaron a recorrer mi cuerpo, comenzando por mi cuello y bajando por mi espalda - ¿puedo...? – separándose un poco.
- Sí, siempre – ya no aguantaba más. Podría sentirlo de una vez por todas -, ¿vamos a tu cuarto?
- ¿Qué? Me refería a si podía elegir la película – dijo entre risas. Mi cara se volvió roja, tal cual tomate. Ay no. Se rio muy fuerte –. Deberías haber visto tu cara. Era una broma. Vamos, amor – asentí todavía confundida por el momento. Me alzó como una princesa y fuimos a su habitación. Estaba avergonzada, pero eso parecía no importarle. Me besaba desesperado en el trayecto. Nuestras respiraciones agitadas, corazones latiendo rápido.Me dejó en la cama suavemente. Acto seguido, comenzó a besarme el cuello: mordidas, chupones, lamidas. El choque de su lengua hacía que mi espalda se arquee, lancé varios gemidos por sus dientes en mi piel. Aun así, él no paraba. Sacó mi remera rápido. Comenzó a pasar su lengua por la aureola de mis pechos, con sus manos ayudaba a masajear. Su tacto era delicado; disfrutaba del momento. Gritos pequeños por lo bajo, se separaba para mirarme y dedicarme una sonrisa cada tanto.
Dejó un camino de besos por mi vientre, bajando a mi short. Abrió mis piernas y apoyó sus labios repetidas veces en ellas, mientras sentía cómo el calor recorría mi cuerpo. Lo sacó despacio, haciéndome desearlo. Besó por encima de mis bragas y pasó su lengua por ella. Despacio y firme. La sacó con su boca, que sexy escena. La lanzó a algún lugar. Lo estaba pidiendo a gritos, de verdad, verlo ahí, me hacía gemirle por más.
Se apegó a mi piel, su boca estaba caliente; yo, mojada. Lamió mis labios y luego mi centro. Su lengua entró a mi cuerpo. Se tomó su tiempo. Y tanto que... acabé en él. Mi espalda seguía arqueada, estaba teniendo muchos a la vez, pues no paraba. El placer recorrió todo mi cuerpo haciéndome jadear.
Cuando decidió que ya se había satisfecho con mi cuerpo. Subió hasta mi rostro, y dejó un beso de amor. Era mi turno.
Ahora estaba yo arriba, fue fácil, estaba dispuesto. Saqué esa molesta toalla y su enorme miembro se asomó. - Es muy grande -. Dudaba de si iba a caber en mi. Lanzó una risa coqueta, cubriéndose el rostro. Entre sus dedos pude ver lo rojo de sus pómulos.Comencé mi trabajo. Primero la punta, un pequeño beso. Él me miraba atento, bajé lamiendo todo el largo; después subí. Iba lento, haciéndolo desear. Pequeños gemidos se escuchaban por su parte. Juntó mi cabello en una coleta desordenada e hice entrar su miembro a mi boca. Me empujó contra su cuerpo, haciendo que me atragantase. Tocó contra el fondo de mi garganta, unas lágrimas salieron. Se detuvo y mi lengua daba vueltas al rededor de él. Lo saqué y dejé pequeños besos. Volví a meterlo dentro. Ahora usaba mis manos, bajando y subiendo rápido. Empezaba a temblar. Estaba ahí. El líquido comenzó a llenarme poco a poco. Dejó un fuerte gemido, tomándome del cuello.
Me levanté tragando su esencia. Qué bien sabía. Limpié las comisuras con mis dedos mientras me acomodaba sobre él -. ¿Rico? -, preguntó mirando como pasaba mi mano en mi cara. Asentí con una mirada pervertida -. Que bien porque ahora vas a estar llena.
Hice que entrara lentamente, me llenó en seguida. Era muy grande -, es demasiado, es mucho -. Solté, muchos gemidos de dolor pero también de placer al sentirlo. Su mirada me penetraba más que su miembro, sus ojos azules disfrutando de la vista de cómo su mujer se satisfacía sola. Empecé a masturbarme mientras iba de adelante hacia atrás sobre su cuerpo. Una mano en mi, la otra en su pecho. Las suyas estaban en mis caderas, dirigiendo los movimientos.
Nuestros gritos llenaban la habitación.
Thor me dio la vuelta, él sobre mi: que buena vista. Su pelo desordenado, sus manos a los costados de mi cabeza que pronto pasarían por mi cuello, haciéndome pedirle más y más -, por favor, más fuerte.
- No te escuché, princesa, ¿cómo quieres? - susurró pícaro. Dándome una de sus típicas miradas coquetas.
- Más fuerte, más fuerte. Duro - dije entre jadeos y gemidos, suplicándole. "Lo mejor para mi reina", escuché. Y vaya que lo cumplió. Sus embestidas fueron cada vez más potentes e intensas, rápidas, apenas dejándome respirar. Su mano derecha apretando mi cuello y con la otra apoyándose en el colchón. Por favor, me voy a morir de placer aquí, fue lo único que pensé. Por lo visto, no sólo es el dios del trueno. Aunque si sentí cómo un rayo recorrió todo mi cuerpo; inmóvil y cansada: había acabado dentro, y yo teniendo un orgasmo que no me dejó moverme. Mis gritos se hicieron más altos en ese momento, lo mejor de mi vida - esto recién comienza, te espero mañana a la noche aquí - me susurró en el oído -. Si quieres, podemos ver películas - concluyó guiñándome el ojo.
- No, gracias. Prefiero divertirme de otra forma - dije recomponiéndome en la cama -. Además, no creo que haya una igual de divertida que ésta - guiñé coqueta. Él se rio dejando un beso en mis labios - ¿novios?
- Lo que quieras, mi amor.
- Me parece bien - abrí mis brazos, él cayó en ellos. Nos acostamos y después de unos cuantos besos, nos dormimos acurrucados.
ESTÁS LEYENDO
~ One Shot Marvel +18 ~
FanfictionEstás aquí por una sola razón: divertirte. Siéntate y disfruta. ADVERTENCIA: CONTIENE +18, LEÉLO BAJO TU PROPIO CRITERIO. ● queda PROHIBIDA toda copia a esta obra. ●